Resiliencia Para Un Mundo En TensiónMuestra

Rey David

En nuestro devocional del día de ayer vimos que David a pesar de ser llamado y ungido por Dios, y de ser el preferido y amado por muchos en Israel, vivió momentos muy dolorosos en su vida. Él experimentó sufrimiento, vivió momentos de desolación y angustia muy de cerca, muchas veces se sintió en oscuridad y con temor, los versículos 3 al 6 del Salmo 143 que estamos estudiando desde el día de ayer nos lo dejan ver claramente: 

“El enemigo atenta contra mi vida: Quiere hacerme morder el polvo. Me obliga a vivir en las tinieblas, como los que murieron hace tiempo. Ya no me queda aliento; dentro de mí siento paralizado el corazón. Traigo a la memoria los tiempos de antaño: medito en todas tus proezas, considero las obras de tus manos. Hacia ti extiendo las manos; me haces falta, como el agua a la tierra seca”.

Algo realmente dramático se registra en estos versículos, David vivió un momento de desesperanza por causa de sus enemigos, parece que no veía nada bueno en su futuro, hasta el punto que en su desolación añoró más el pasado, pues para él no había nada nuevo o bueno que lo animara para soportar el presente. 

Querido amigo, la resiliencia tiene su origen del latín "resilio", que quiere decir rebotar, saltar y volver a quedar como estaba antes. Por lo tanto, una persona resiliente tiene la capacidad dada por Dios de “Rebotar” de una experiencia difícil con la elasticidad necesaria para no dejarse romper en pedazos, aplastar o destruir. Como bellamente lo registran muchos salmos de David y en especial este del (v8) en adelante.

Charles Spurgeon, el príncipe de los predicadores dijo algo maravilloso: “Si el alma no se eleva a sí misma nosotros debemos de elevarla, elevarla a Dios.” 

Y eso fue lo que precisamente hizo David como persona resiliente, no solo elevar su alma y su espíritu, sino también convertir un momento desolador en una experiencia de sabiduría al presentarle a Dios 5 necesidades.

(v7) Necesidad de una respuesta rápida. Con el fin de ver sus circunstancias desde la óptica de Dios.

(v8) La necesidad de una guía amorosa. Si David ya estaba a cuentas con Dios, si había pedido perdón genuino por sus pecados en caso de haber sido injusto con alguien, Él anhelaba el favor de Dios en acción porque quería avanzar y no lamentarse más por su condición.

(v9) La necesidad de ser librado de sus enemigos. Todos de alguna forma u otra tenemos enemigos que no nos dejan avanzar y conquistar lo que Dios tiene para nosotros, la mejor estrategia para que Dios se ocupe de ellos, es bendecirlos y orar por ellos.

(v10) La necesidad de hacer la buena voluntad de Dios. David sabía que no obtendría nada si actuaba fuera de la voluntad del Señor – El buen Espíritu apelaba a pedirle a Dios que apartara de él la insensatez y la necedad.

(V11-12) La necesidad de ser rescatado y de ser vivificado. Como Siervos del Señor todos necesitamos ser renovados, necesitamos  la fortaleza del Señor, para levantarnos y seguir avanzando.

Recuerda: en muchos momentos complejos de la vida, un pensamiento constructivo y enfocado en Dios, no en las circunstancias adversas, te podrán hacer "rebotar" de un momento desolador a un instante de plena confianza y plenitud en Dios.