Luchando por la unidad en un mundo divididoMuestra

Diferencias necesarias

¿Sabías que cada nación/empresa/equipo/organización necesita personas que piensen de manera diferente para ser lo mejor que puedan ser? Este es el poder de la diversidad —personas con diversos pensamientos, opiniones y perspectivas que se unen para construir algo mejor.

Jim Collins, en su libro, Built to Last, dice esto sobre las diferencias que son necesarias:

Las grandes organizaciones exhiben una dualidad dinámica. Por un lado, tienen un conjunto de valores fundamentales y propósitos atemporales que permanecen constantes a lo largo del tiempo. Por otro lado, tienen un impulso incesante por el progreso—cambio, mejora, innovación y renovación. Las grandes organizaciones mantienen una clara difrencia entre sus valores fundamentales (que nunca cambian), y las estrategias operativas y prácticas culturales (que se adaptan a un mundo cambiante).

Él llama a esta dinámica la forma de “preservar el núcleo” y “estimular el progreso.” El uso de esta terminología puede ayudarnos a entender mejor y apreciar las diferentes dinámicas en juego en la política.

Dependiendo del contexto, un lado puede otorgar un valor más alto a “preservar el núcleo,” mientras que el otro lado puede otorgar un valor más alto a "estimular el progreso". Estas diferencias pueden ser un desafío porque crearán desacuerdos, pero estas diferencias también pueden hacernos mejores.

Sin personas que luchen para estimular el progreso, ningún grupo haría los cambios necesarios para responder a un mundo cambiante. Sin las personas que luchan por preservar el núcleo, los grupos perderían los valores fundamentales y el propósito que los mantiene unidos.

Estos desacuerdos pueden hacer que sea fácil dividirse tanto que sea difícil valorar las diferencias necesarias que la otra parte trae a la mesa. Nos hemos alejado tanto el uno del otro que hemos dejado de hablarnos y, en general, solo nos gritamos.

¿Adivina qué? Las personas con las que no estamos de acuerdo son seres humanos que intentan hacer lo mejor que pueden con lo que saben. ¿Tienen razón en todo? No. Y nosotros tampoco. Y eso está bien. De hecho, es necesario.

La diversidad creará desacuerdos, pero no tiene por qué crear división. La unidad requiere diversidad. Sin diversidad, nos quedamos con la uniformidad.

El apóstol Pablo, en su carta a la Iglesia en Corinto, ilustró bellamente el poder de las diferencias que son necesarias. Usó la imagen de un cuerpo humano para describir la forma en que la Iglesia debe funcionar. Un pie es diferente a un hombro y una oreja es diferente a una rodilla. Las diferentes partes del cuerpo son las que permiten que un cuerpo funcione. Si cada parte fuera un oído, no sería capaz de caminar, hablar, comer, oler ni ver. Las diferentes partes del cuerpo son necesarias para que el cuerpo funcione correctamente.

Las diferencias son necesarias. Las diferencias nos hacen mejores. Las diferencias nos hacen más fuertes.

Comprender las diferencias necesarias que traemos a la mesa es un paso importante hacia la unidad y lejos de la división.

Ora: Dios, ayúdame a ver las diferencias que son necesarias que todos llevamos a la mesa. Ayúdame a ser abierto a las perspectivas e ideas de los demás. Ayúdame a avanzar hacia la unidad y alejarme de la división.