Pide, piensa, imaginaMuestra

Gracia inimaginable

A veces una nueva temporada en la vida trae un nuevo entendimiento de un versículo familiar. Esto me pasó con Romanos 5:8 una vez que empezamos a acoger a niños el año pasado.

Este niño, quebrantado y triste, consume toda mi afección, y luego me mira a los ojos y me dice que no es suficiente. Mientras tanto, mi hijo y e hija recibe el margen de mi crianza, las sobras de mi tiempo y me dicen: “Todo está bien, papá. Está bien".

Yo sé que todos están mintiendo. Uno miente para proteger su corazón. Los otros dos mienten para proteger el mío. Es exasperante y desgarrador a la vez. Una mano quiere acercarlo y amarlo, la otra quiere alejarlo lo suficiente lejos para que no pueda lastimarte más.

Pero no es su culpa. Él está quebrantado. Destrozado.

Así que inhalas, lo contienes y exhalas con los dientes apretados y lágrimas y le prometes: “Te amaré en pedazos. No tienes que estar completo”.

Y te das cuenta de que no es tú que está amándolo así, sino Cristo a través de ti. Entonces le mantienes más cerca.

Jon Mays
Equipo de South Oklahoma City