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Biblia Reina Valera 1960

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 <div class="book bkDEU">
 <div class="chapter ch17" data-usfm="DEU.17">
 <div class="label">17</div><div class="p"> 1No ofrecer&#225;s en sacrificio a Jehov&#225; tu Dios, buey o cordero en el cual haya falta o alguna cosa mala, pues es abominaci&#243;n a Jehov&#225; tu Dios.</div><div class="p"> 2Cuando se hallare en medio de ti, en alguna de tus ciudades que Jehov&#225; tu Dios te da, hombre o mujer que haya hecho mal ante los ojos de Jehov&#225; tu Dios traspasando su pacto, 3que hubiere ido y servido a dioses ajenos, y se hubiere inclinado a ellos,#Ex. 22.20. ya sea al sol, o a la luna, o a todo el ej&#233;rcito del cielo, lo cual yo he prohibido; 4y te fuere dado aviso, y despu&#233;s que oyeres y hubieres indagado bien, la cosa pareciere de verdad cierta, que tal abominaci&#243;n ha sido hecha en Israel; 5entonces sacar&#225;s a tus puertas al hombre o a la mujer que hubiere hecho esta mala cosa, sea hombre o mujer, y los apedrear&#225;s, y as&#237; morir&#225;n. 6Por dicho de dos o de tres testigos morir&#225; el que hubiere de morir; no morir&#225; por el dicho de un solo testigo.#Nm. 35.30; Dt. 19.15; Mt. 18.16; 2 Co. 13.1; 1 Ti. 5.19; He. 10.28. 7La mano de los testigos caer&#225; primero sobre &#233;l para matarlo, y despu&#233;s la mano de todo el pueblo; as&#237; quitar&#225;s el mal de en medio de ti.</div><div class="p"> 8Cuando alguna cosa te fuere dif&#237;cil en el juicio, entre una clase de homicidio y otra, entre una clase de derecho legal y otra, y entre una clase de herida y otra, en negocios de litigio en tus ciudades; entonces te levantar&#225;s y recurrir&#225;s al lugar que Jehov&#225; tu Dios escogiere; 9y vendr&#225;s a los sacerdotes levitas, y al juez que hubiere en aquellos d&#237;as, y preguntar&#225;s; y ellos te ense&#241;ar&#225;n la sentencia del juicio. 10Y har&#225;s seg&#250;n la sentencia que te indiquen los del lugar que Jehov&#225; escogiere, y cuidar&#225;s de hacer seg&#250;n todo lo que te manifiesten. 11Seg&#250;n la ley que te ense&#241;en, y seg&#250;n el juicio que te digan, har&#225;s; no te apartar&#225;s ni a diestra ni a siniestra de la sentencia que te declaren. 12Y el hombre que procediere con soberbia, no obedeciendo al sacerdote que est&#225; para ministrar all&#237; delante de Jehov&#225; tu Dios, o al juez, el tal morir&#225;; y quitar&#225;s el mal de en medio de Israel. 13Y todo el pueblo oir&#225;, y temer&#225;, y no se ensoberbecer&#225;.</div><div class="s">Instrucciones acerca de un rey</div><div class="p"> 14Cuando hayas entrado en la tierra que Jehov&#225; tu Dios te da, y tomes posesi&#243;n de ella y la habites, y digas: Pondr&#233; un rey sobre m&#237;, como todas las naciones que est&#225;n en mis alrededores;#1 S. 8.5. 15ciertamente pondr&#225;s por rey sobre ti al que Jehov&#225; tu Dios escogiere; de entre tus hermanos pondr&#225;s rey sobre ti; no podr&#225;s poner sobre ti a hombre extranjero, que no sea tu hermano. 16Pero &#233;l no aumentar&#225; para s&#237; caballos, ni har&#225; volver al pueblo a Egipto con el fin de aumentar caballos;#1 R. 10.28; 2 Cr. 1.16; 9.28. porque Jehov&#225; os ha dicho: No volv&#225;is nunca por este camino. 17Ni tomar&#225; para s&#237; muchas mujeres, para que su coraz&#243;n no se desv&#237;e;#1 R. 11.1-8. ni plata ni oro amontonar&#225; para s&#237; en abundancia.#1 R. 10.27; 2 Cr. 1.17; 9.27. 18Y cuando se siente sobre el trono de su reino, entonces escribir&#225; para s&#237; en un libro una copia de esta ley, del original que est&#225; al cuidado de los sacerdotes levitas; 19y lo tendr&#225; consigo, y leer&#225; en &#233;l todos los d&#237;as de su vida, para que aprenda a temer a Jehov&#225; su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para ponerlos por obra; 20para que no se eleve su coraz&#243;n sobre sus hermanos, ni se aparte del mandamiento a diestra ni a siniestra; a fin de que prolongue sus d&#237;as en su reino, &#233;l y sus hijos, en medio de Israel.</div>
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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

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 <div class="book bkDEU">
 <div class="chapter ch18" data-usfm="DEU.18">
 <div class="label">18</div><div class="s">Las porciones de los levitas</div><div class="p"> 1Los sacerdotes levitas, es decir, toda la tribu de Lev&#237;, no tendr&#225;n parte ni heredad en Israel; de las ofrendas quemadas a Jehov&#225; y de la heredad de &#233;l comer&#225;n. 2No tendr&#225;n, pues, heredad entre sus hermanos; Jehov&#225; es su heredad, como &#233;l les ha dicho.#Nm. 18.20. 3Y este ser&#225; el derecho de los sacerdotes de parte del pueblo, de los que ofrecieren en sacrificio buey o cordero: dar&#225;n al sacerdote la espaldilla, las quijadas y el cuajar. 4Las primicias de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de la lana de tus ovejas le dar&#225;s; 5porque le ha escogido Jehov&#225; tu Dios de entre todas tus tribus, para que est&#233; para administrar en el nombre de Jehov&#225;, &#233;l y sus hijos para siempre.</div><div class="p"> 6Y cuando saliere un levita de alguna de tus ciudades de entre todo Israel, donde hubiere vivido, y viniere con todo el deseo de su alma al lugar que Jehov&#225; escogiere, 7ministrar&#225; en el nombre de Jehov&#225; su Dios como todos sus hermanos los levitas que estuvieren all&#237; delante de Jehov&#225;. 8Igual raci&#243;n a la de los otros comer&#225;, adem&#225;s de sus patrimonios.</div><div class="s">Amonestaci&#243;n contra costumbres paganas</div><div class="p"> 9Cuando entres a la tierra que Jehov&#225; tu Dios te da, no aprender&#225;s a hacer seg&#250;n las abominaciones de aquellas naciones. 10No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinaci&#243;n, ni agorero,#Lv. 19.26. ni sort&#237;lego, ni hechicero,#Ex. 22.18. 11ni encantador, ni adivino,#Lv. 19.31. ni mago, ni quien consulte a los muertos. 12Porque es abominaci&#243;n para con Jehov&#225; cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehov&#225; tu Dios echa estas naciones de delante de ti. 13Perfecto ser&#225;s delante de Jehov&#225; tu Dios.#Mt. 5.48. 14Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido esto Jehov&#225; tu Dios.</div><div class="s">Dios promete un profeta como Mois&#233;s</div><div class="p"> 15Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantar&#225; Jehov&#225; tu Dios; a &#233;l oir&#233;is;#Hch. 3.22; 7.37. 16conforme a todo lo que pediste a Jehov&#225; tu Dios en Horeb el d&#237;a de la asamblea, diciendo: No vuelva yo a o&#237;r la voz de Jehov&#225; mi Dios, ni vea yo m&#225;s este gran fuego, para que no muera. 17Y Jehov&#225; me dijo: Han hablado bien en lo que han dicho. 18Profeta les levantar&#233; de en medio de sus hermanos, como t&#250;; y pondr&#233; mis palabras en su boca, y &#233;l les hablar&#225; todo lo que yo le mandare. 19Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que &#233;l hablare en mi nombre, yo le pedir&#233; cuenta.#Hch. 3.23. 20El profeta que tuviere la presunci&#243;n de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar, o que hablare en nombre de dioses ajenos, el tal profeta morir&#225;. 21Y si dijeres en tu coraz&#243;n: &#191;C&#243;mo conoceremos la palabra que Jehov&#225; no ha hablado?; 22si el profeta hablare en nombre de Jehov&#225;, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehov&#225; no ha hablado; con presunci&#243;n la habl&#243; el tal profeta; no tengas temor de &#233;l.</div>
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 <div class="book bkDEU">
 <div class="chapter ch19" data-usfm="DEU.19">
 <div class="label">19</div><div class="s">Las ciudades de refugio</div><div class="r">(Nm. 35.9-28)</div><div class="p"> 1Cuando Jehov&#225; tu Dios destruya a las naciones cuya tierra Jehov&#225; tu Dios te da a ti, y t&#250; las heredes, y habites en sus ciudades, y en sus casas; 2te apartar&#225;s tres ciudades#Jos. 20.1-9. en medio de la tierra que Jehov&#225; tu Dios te da para que la poseas. 3Arreglar&#225;s los caminos, y dividir&#225;s en tres partes la tierra que Jehov&#225; tu Dios te dar&#225; en heredad, y ser&#225; para que todo homicida huya all&#237;.</div><div class="p"> 4Y este es el caso del homicida que huir&#225; all&#237;, y vivir&#225;: aquel que hiriere a su pr&#243;jimo sin intenci&#243;n y sin haber tenido enemistad con &#233;l anteriormente; 5como el que fuere con su pr&#243;jimo al monte a cortar le&#241;a, y al dar su mano el golpe con el hacha para cortar alg&#250;n le&#241;o, saltare el hierro del cabo, y diere contra su pr&#243;jimo y este muriere; aquel huir&#225; a una de estas ciudades, y vivir&#225;; 6no sea que el vengador de la sangre, enfurecido, persiga al homicida, y le alcance por ser largo el camino, y le hiera de muerte, no debiendo ser condenado a muerte por cuanto no ten&#237;a enemistad con su pr&#243;jimo anteriormente. 7Por tanto yo te mando, diciendo: Separar&#225;s tres ciudades. 8Y si Jehov&#225; tu Dios ensanchare tu territorio, como lo jur&#243; a tus padres, y te diere toda la tierra que prometi&#243; dar a tus padres, 9siempre y cuando guardares todos estos mandamientos que yo te prescribo hoy, para ponerlos por obra; que ames a Jehov&#225; tu Dios y andes en sus caminos todos los d&#237;as; entonces a&#241;adir&#225;s tres ciudades m&#225;s a estas tres, 10para que no sea derramada sangre inocente en medio de la tierra que Jehov&#225; tu Dios te da por heredad, y no seas culpado de derramamiento de sangre.</div><div class="p"> 11Pero si hubiere alguno que aborreciere a su pr&#243;jimo y lo acechare, y se levantare contra &#233;l y lo hiriere de muerte, y muriere; si huyere a alguna de estas ciudades, 12entonces los ancianos de su ciudad enviar&#225;n y lo sacar&#225;n de all&#237;, y lo entregar&#225;n en mano del vengador de la sangre para que muera. 13No le compadecer&#225;s; y quitar&#225;s de Israel la sangre inocente, y te ir&#225; bien.</div><div class="p"> 14En la heredad que poseas en la tierra que Jehov&#225; tu Dios te da, no reducir&#225;s los l&#237;mites de la propiedad de tu pr&#243;jimo,#Dt. 27.17. que fijaron los antiguos.</div><div class="s">Leyes sobre el testimonio</div><div class="p"> 15No se tomar&#225; en cuenta a un solo testigo contra ninguno en cualquier delito ni en cualquier pecado, en relaci&#243;n con cualquiera ofensa cometida. Solo por el testimonio de dos o tres testigos se mantendr&#225; la acusaci&#243;n.#Nm. 35.30; Dt. 17.6; Mt. 18.16; 2 Co. 13.1; 1 Ti. 5.19; He. 10.28. 16Cuando se levantare testigo falso contra alguno, para testificar contra &#233;l, 17entonces los dos litigantes se presentar&#225;n delante de Jehov&#225;, y delante de los sacerdotes y de los jueces que hubiere en aquellos d&#237;as. 18Y los jueces inquirir&#225;n bien; y si aquel testigo resultare falso, y hubiere acusado falsamente a su hermano, 19entonces har&#233;is a &#233;l como &#233;l pens&#243; hacer a su hermano; y quitar&#225;s el mal de en medio de ti. 20Y los que quedaren oir&#225;n y temer&#225;n, y no volver&#225;n a hacer m&#225;s una maldad semejante en medio de ti. 21Y no le compadecer&#225;s; vida por vida, ojo por ojo, diente por diente,#Ex. 21.23-25; Lv. 24.19-20; Mt. 5.38. mano por mano, pie por pie.</div>
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 <div class="book bkDEU">
 <div class="chapter ch20" data-usfm="DEU.20">
 <div class="label">20</div><div class="s">Leyes sobre la guerra</div><div class="p"> 1Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, si vieres caballos y carros, y un pueblo m&#225;s grande que t&#250;, no tengas temor de ellos, porque Jehov&#225; tu Dios est&#225; contigo, el cual te sac&#243; de tierra de Egipto. 2Y cuando os acerqu&#233;is para combatir, se pondr&#225; en pie el sacerdote y hablar&#225; al pueblo, 3y les dir&#225;: Oye, Israel, vosotros os junt&#225;is hoy en batalla contra vuestros enemigos; no desmaye vuestro coraz&#243;n, no tem&#225;is, ni os azor&#233;is, ni tampoco os desalent&#233;is delante de ellos; 4porque Jehov&#225; vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros. 5Y los oficiales hablar&#225;n al pueblo, diciendo: &#191;Qui&#233;n ha edificado casa nueva, y no la ha estrenado? Vaya, y vu&#233;lvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y alg&#250;n otro la estrene. 6&#191;Y qui&#233;n ha plantado vi&#241;a, y no ha disfrutado de ella? Vaya, y vu&#233;lvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y alg&#250;n otro la disfrute. 7&#191;Y qui&#233;n se ha desposado con mujer, y no la ha tomado? Vaya, y vu&#233;lvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y alg&#250;n otro la tome. 8Y volver&#225;n los oficiales a hablar al pueblo, y dir&#225;n: &#191;Qui&#233;n es hombre medroso y pusil&#225;nime? Vaya, y vu&#233;lvase a su casa, y no apoque el coraz&#243;n de sus hermanos, como el coraz&#243;n suyo. 9Y cuando los oficiales acaben de hablar al pueblo, entonces los capitanes del ej&#233;rcito tomar&#225;n el mando a la cabeza del pueblo.</div><div class="p"> 10Cuando te acerques a una ciudad para combatirla, le intimar&#225;s la paz. 11Y si respondiere: Paz, y te abriere, todo el pueblo que en ella fuere hallado te ser&#225; tributario, y te servir&#225;. 12Mas si no hiciere paz contigo, y emprendiere guerra contigo, entonces la sitiar&#225;s. 13Luego que Jehov&#225; tu Dios la entregue en tu mano, herir&#225;s a todo var&#243;n suyo a filo de espada. 14Solamente las mujeres y los ni&#241;os, y los animales, y todo lo que haya en la ciudad, todo su bot&#237;n tomar&#225;s para ti; y comer&#225;s del bot&#237;n de tus enemigos, los cuales Jehov&#225; tu Dios te entreg&#243;. 15As&#237; har&#225;s a todas las ciudades que est&#233;n muy lejos de ti, que no sean de las ciudades de estas naciones. 16Pero de las ciudades de estos pueblos que Jehov&#225; tu Dios te da por heredad, ninguna persona dejar&#225;s con vida, 17sino que los destruir&#225;s completamente: al heteo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, como Jehov&#225; tu Dios te ha mandado; 18para que no os ense&#241;en a hacer seg&#250;n todas sus abominaciones que ellos han hecho para sus dioses, y pequ&#233;is contra Jehov&#225; vuestro Dios.</div><div class="p"> 19Cuando sities a alguna ciudad, peleando contra ella muchos d&#237;as para tomarla, no destruir&#225;s sus &#225;rboles metiendo hacha en ellos, porque de ellos podr&#225;s comer; y no los talar&#225;s, porque el &#225;rbol del campo no es hombre para venir contra ti en el sitio. 20Mas el &#225;rbol que sepas que no lleva fruto, podr&#225;s destruirlo y talarlo, para construir baluarte contra la ciudad que te hace la guerra, hasta sojuzgarla.</div>
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