Equipadas - Ayer y hoyMuestra

¿Puedes imaginar cómo sería la vida en tu comunidad si todos escucharan el evangelio? No necesariamente que todos creyeran, pero que todos escucharan el mensaje. ¿Qué clase de impacto tendría en tu comunidad, tu ciudad y tu nación que todos escucharan el evangelio?

Esto ocurrió en la provincia de Asia (la actual Turquía) durante el primer siglo. Pablo y los otros creyentes hablaron con denuedo a todas las personas, compartieron el evangelio y la verdad de Jesucristo. Si bien algunos rehusaron creer, Pablo siguió proclamando las buenas nuevas. Aunque Pablo sintió miedo, Dios lo fortaleció y capacitó para proclamar a Cristo. 

Incluso si las personas no creen, el impacto de compartir a Cristo con nuestra comunidad será inconmensurable. Solo Dios cambia corazones y vidas. Él no nos necesita, pero nos da el privilegio de ver Su obra en el mundo y nos permite participar en ella,  nos permite proclamar a Cristo sin temor en nuestras comunidades, independientemente de la respuesta.

Señor Dios, eres digno de ser proclamado. Eres digno de ser alabado. Ayúdame a predicar el evangelio sin temor, sin importar la respuesta. Ayúdame a confiar en Ti para trabajar en los corazones de aquellos que escuchan el evangelio. Creo que solo Tú puedes cambiar los corazones. Gracias por dejarme formar parte del trabajo que estás haciendo en el mundo. Amén.