Terminando bienMuestra

Mente, cuerpo y alma
Tú y yo entramos en el mundo como seres completos: mente, cuerpo y alma. Y aunque hemos experimentado alteraciones en alguna de estas áreas, ¡todavía somos seres completos! Todos somos reflejos únicos de la gloria de Dios y desde una integridad saludable somos más capaces de amar bien a los demás. Éste es nuestro mayor propósito en este tiempo.
Mente
Nuestra mente, aunque posiblemente no sea tan aguda como antes, todavía está llena de recuerdos y experiencias. Las colinas en las que estábamos dispuestos a morir se convirtieron en llanuras a medida que esos problemas aparentemente importantes eran moderados por las realidades de la vida. Pero incluso con todo lo que hemos aprendido, nuestro enemigo continúa asaltándonos con pensamientos de inseguridad, rechazo y soledad. Debemos permanecer alertas a sus tácticas y mentiras de que nuestro valor se está agotando rápidamente. Debemos activamente tomar cuativos esos pensamientos negativos a la verdad de Cristo y lo que Él dice acerca de nosotros antes de que se conviertan en modelos por los que vivimos. Lo que crees se convierte en tu realidad.
Cuerpo
"La vida es corta y luego nos morimos". Esta declaración humorística significa más para mí ahora que cuando la escuché por primera vez a los 30 años. La vida es realmente corta. Cuanto más vivimos, más lo creemos.
Se nos da una vida, un cuerpo. Es cierto que eventualmente nuestro cuerpo nos fallará, pero hasta entonces, tenemos la opción de cuidarlo. En la medida de lo posible, debemos movernos, comer alimentos naturales, dormir lo suficiente y disfrutar del aire libre. Esto no es solo para que podamos vivir más tiempo. Es por la calidad de vida, para que podamos ser la mejor versión de lo que Dios nos creó para ser.
Alma
Nuestra alma es el centro de nuestro ser. Es la parte de nosotros que a menudo llamamos nuestro corazón o espíritu. Nuestra alma es el lugar donde se origina nuestra alegría e incluso nuestra sonrisa. Me atrevería a decir que la salud del alma es aún más vital para nuestro bienestar que la condición física de nuestro corazón, porque nuestra alma es el lugar de residencia del Espíritu Santo.
Si bien estas tres partes tienen funciones separadas, trabajan de manera sinérgica para hacernos quienes somos. Cada una de estas partes requiere esfuerzo y mantenimiento y, sin embargo, dos de ellas, nuestra mente y nuestro cuerpo, eventualmente nos fallarán. ¿Pero nuestra alma? Nuestra alma puede permanecer viva y saludable hasta nuestro último aliento. Nuestra alma prospera cuando la alimentamos con palabras de vida y verdad de la palabra de Dios y cuando nos conectamos y nos alineamos con Su amor. Cuando nuestra alma está sana, tenemos fuerza, Su fuerza sobrenatural, para elevarnos por encima de cualquier cosa que se nos presente.
Tienes un papel vital que desempeñar en tu círculo de influencia (tus hijos, tus nietos, tu familia extendida y tus amigos), lo que te da una gran razón para cuidarte. Puedes decidir hoy qué harás para ser la mejor versión de ti mismo. Esto es importante porque TÚ eres importante.
¿Qué estás haciendo para ejercitar y desarrollar tu mente, cuerpo y alma?
Acerca de este Plan

Ahora somos la generación más vieja: los mayores, los viejos, los ancianos. Si bien sabíamos que sucedería, llegó demasiado pronto. En esta temporada, la pregunta que debemos hacer es: "¿Cómo terminar bien?" Pasa unos días con Robin Meadows para ver lo que la palabra de Dios dice sobre nuestro propósito en estos últimos años.
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