Bajo La SombraMuestra

¿Dónde vas a posicionarte?

En los últimos tiempos creo que hemos llegado a entender que nuestra iglesia no se trata de un lugar físico, sino de las personas que formamos parte de ella. Hoy puede que nos encontremos en nuestras casas, en cualquier parte del mundo, pero sin importar dónde estemos, seguimos formando parte de la familia de Dios, de una casa más grande que la nuestra. 

Me encanta que para el salmista la casa de Dios era un refugio, era el lugar donde él podía contemplar la hermosura del Señor y encontrar resguardo en medio de la aflicción. 

¿Será que las personas se sienten de esa misma manera cuando piensan en la Iglesia? Si tú eres la Iglesia, ¿cómo se sienten las personas después de tener una conversación contigo? ¿Aliviados? ¿Empoderados? ¿Consolados? 

Nuestro Dios es fuente inagotable de bendición para los que le temen, y el Salmo 31 sigue vigente hasta hoy en día, porque la bondad de Dios no disminuye.  

Habitar bajo la sombra de Dios implica estar pegados a él. Para que la sombra de alguien nos cubra cuando caminamos a su lado, es necesario ir muy cerca. De la misma manera, sólo podremos experimentar la cobertura de Dios si caminamos junto a él. 

No es la sombra de este mundo, sino la sombra del Altísimo la que cubre nuestras vidas cuando confiamos en Dios. Tú decides bajo qué sombra posicionarte. Si te sientes angustiado el día de hoy, te animo a correr hacia su presencia, a pasar tiempo con Dios en oración y a sumergirte en su palabra. Decide alimentar tu fe  y no tus temores. 

Aquello en lo que decidimos enfocarnos determinará la sombra que cubrirá nuestras vidas. Si decidimos enfocarnos en Jesús, encontraremos restauración, provisión y bendición bajo su sombra.