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 Día 1: Virus del Coronavirus

Comenzó en China, en un mercado, no saben si proviene de una víbora o de serpiente y ahora es una calamidad global. En estos meses, el Coronavirus ha tenido miles de casos y ha tomado miles de vidas alrededor del mundo. ¡Esto es muy triste! ¡Dios tenga piedad de nosotros! El problema más grande que es que la ciencia hasta ahora solo puede tomar medidas preventivas y tratar los síntomas. Pero no tiene una cura.

La oración tiene un protagonismo fundamental en estos momentos y contra este virus. Lo que podemos hacer frente a este virus es orar, sin dejar de seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias.

En Números 14:11 leemos que Jehová le dice a Moisés: “Hasta cuándo no creerán las señales?” A partir de ahí una serie de hechos quejas murmuraciones oposiciones a Moisés y Dios, terminan desatando pestes y calamidades, hasta que Moisés le pide algo a Aaron, que leemos en Números 16:47. Moisés se puso Aaron entre medio de los vivos y los muertos.

Así como Moisés tenemos que interceder, tenemos que detener la muerte y la única manera es orando. Oremos por las enfermos, los contagiados, los médicos, por los ancianos, para que Dios pare esta peste y para que Dios guíe a los gobernantes en tomar las decisiones correctas frente a esta pandemia. La otra cosa que podemos hacer es un acto de amor, ahora no podemos salir, y es un llamado el interés por el otro.

Sin embargo, no es el único virus que está sufriendo el mundo. Hay una que está en todos los países y que ya afectó a millones de personas, muchas más que el Coronavirus.