Sentado en el dolor: Un viaje devocional para volver a levantarseMuestra

Día 5 – Seguir Adelante

Lo más probable es que al leer esto te enfades un poco con el título. “¡¿Seguir Adelante?! ¿¡¿Hablas en serio?!?”

No, amigo. No estoy diciendo que debas estar listo para seguir adelante después de cinco días. Eso no es razonable. Este es solo un Plan de lectura de cinco días, y, como nuestras vidas terrenales, tiene que terminar en algún momento. Tu duelo va a durar más de lo que tardes en leer cualquier Plan de lectura o libro sobre el dolor. No hay cura. No hay ninguna cosa mágica que yo o cualquier otra persona pueda decir que te quite la pena que sientes.

Jesús resumió todos los mandamientos en dos: amar a Dios y amar al prójimo como a uno mismo. A menudo hacemos que el cristianismo sea mucho más difícil de lo que tiene que ser, insistiendo en convicciones teológicas rígidas, pero la verdad es que es bastante sencillo. ¡Notése que no he dicho fácil!

El proceso del duelo se parece mucho a lo que pasa en un avión cuando falta oxígeno en la cabina y bajan las máscaras. Primero tienes que cuidar de ti mismo, y ponerte la máscara, antes de poder ayudar a los demás. El autocuidado es increíblemente importante en este momento, pero no lo es todo. Martín Lutero era aficionado a utilizar la frase incurvatus in se, que en latín significa "girado/curvado hacia uno mismo". En el duelo es fácil centrarse tanto en la propia pena y el propio sufrimiento que uno se olvida de por qué ha sido llamado a estar en la Tierra en primer lugar. Ahora que te has puesto la máscara de oxígeno, dirigir tu atención a los demás no sólo cambiará la vida de los otros, sino también la tuya.

Si la persona que perdiste tenía un área de pasión particular, podría ser útil encontrar formas de ayudar a los demás utilizando esa pasión. Por ejemplo, mi padre era el mejor aracnólogo del mundo (estudio de las arañas), y después de su muerte, inicié un fondo de becas en su nombre para ayudar a financiar la investigación de las arañas pequeñas. Obviamente, el padre de nadie más era el mejor aracnólogo del mundo (¡de lo que te puedes alegrar si le tienes miedo a las arañas!), pero ya me entiendes. Ayudar a crear un legado para tu ser querido puede ser útil en el proceso de duelo.

Nunca subestimes el acto sencillo de servir en un comedor o en un banco de alimentos. Si la comida no es lo tuyo, hay muchas formas de servir a los demás, ¡y Dios te ayudará a dirigirte! Hay muchas personas que necesitan ayuda en este mundo, y Dios TE creó para hacer la diferencia.

Descubrirás que Dios no sólo nos dio estos mandamientos, sino también conectó nuestros cerebros para que respondieran positivamente. El hecho es que ayudar a los demás nos hace sentir mejor a nosotros mismos. ¡Esta es la obra de Dios en su máxima expresión!

El acto de amar y cuidar a los demás puede ayudarnos a dejar de estar sentados en la pena y a acercarnos gradualmente a estar de pie de nuevo.

Tu mundo no se verá como cuando la persona que amabas aún estaba en él, pero escucha esto: Jesús ya está haciendo algo nuevo en tu vida, y eso te será revelado, con el tiempo. Pronto, habrá un nuevo ritmo y una nueva forma de ser hacia la que Dios te estará atrayendo.

Si has encontrado útil este Plan, por favor ponte en contacto y házmelo saber.