Encontrando satisfacción en el trabajoMuestra

Estamos hechos para trabajar.
¿Alguna vez has considerado como un triunfo el hecho de asistir al trabajo un lunes por la mañana? Salir de la cama, luchar contra el tráfico para llegar al trabajo puede ser toda una hazaña, y entonces una vez ahí, todo eso puede parecer sin sentido. ¿Acaso importa? Frecuentemente, batallamos para encontrar sentido y satisfacción en nuestro trabajo. Sin embargo, Dios lo destinó para nuestro bien y para Su gloria. La pregunta es, ¿cómo podemos encontrar satisfacción en un trabajo que creemos que no le importa a Dios? Todo empieza con una perspectiva bíblica.
Has sido creado para trabajar
A lo largo de Génesis 1 somos testigos del poder infinito de Dios al crear el mundo de la nada. En Genesis 1:26-27, Dios revela la naturaleza creativa de la humanidad que se modela según Él. Ser creados a Su imagen significa que encarnamos Sus características creativas, aunque sea de una manera imperfecta. Podemos crear algo a partir de algo. Dios creó a Su pueblo para trabajar, para crear, y para prosperar. Entender el contexto del porqué fuimos creados, nos informa íntimamente de la visión de nuestro trabajo.
Modelados según un Dios que existe en tres personas, Padre, Hijo, Espíritu Santo, también somos seres relacionales destinados a vivir en comunidad. Ya sea con familia, amigos, en la iglesia, o en el trabajo, nos relacionamos en cada área de nuestra vida. No podemos prosperar en aislamiento. Dios nos diseñó para servirnos unos a otros con nuestros dones únicos a través del trabajo así experimentaremos más éxito, más prosperidad y más felicidad
Tu descripción de trabajo
Frecuentemente, consideramos nuestro trabajo como un medio para obtener un sueldo: una forma de financiar nuestras actividades de ocio y pagar nuestras facturas. Sin embargo, Dios pretendía más que la mera supervivencia de su pueblo. Él creo la humanidad para que crezca y cultive la tierra para que prospere y lo glorifique. Deseaba la prosperidad para toda la creación. Aprendemos esto en Genesis 2:15 NVI: “Dios el Señor tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara". El trabajo no es una maldición sino un regalo de Dios antes de la caída. Dios nos creó para ser administradores de Su creación a través de nuestro trabajo. Hay una gran bendición en saber que estamos hechos específicamente con un propósito en la creación.
En Genesis 1:28, Dios da a Adán y a Eva la descripción de su trabajo, el mandato cultural. Les ordena que sean fecundos, se multipliquen, llenen la tierra y la sometan. Este mandato no era solamente destinado para ellos; sino para toda la humanidad. El mandato cultural nos da propósito en nuestra vocación. Infunde significado a nuestro trabajo. Comprender la descripción bíblica de nuestro trabajo es el primer paso para encontrar la plenitud en él.
Elementos adicionales
Aprende más sobre el increíble plan de Dios establecido en la creación y lo que significa para tu vida estar hecho a imagen de Él en este folleto digital: El propósito de Dios en la creación.
Escritura
Acerca de este Plan

¿Cómo podemos encontrar satisfacción en un trabajo que creemos que no le importa a Dios? Se empieza con una perspectiva bíblica. Descubre la clave para encontrar satisfacción en tu trabajo, entendiendo como éste se acomoda dentro del increíble plan de Dios en la Biblia.
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