Tengan fe en DiosMuestra

El libre albedrío 

Un pensamiento común es, «si Dios es bueno, no es todopoderoso. Y si es todopoderoso, no es bueno. Si Dios es bueno, ¿por qué permitió que mis papás se divorciaran? Si Dios es bueno, ¿por qué permitió que mi hijo se subiera en ese carro y muriera? Si Dios es bueno, ¿por qué permitió que me casara con la persona equivocada? Si Dios es bueno, ¿por qué permitió que estuviera en el lugar y hora equivocada?». Con ese pensamiento decimos que Dios no es bueno porque no hizo nada. O pensamos que es bueno, pero no poderoso y por eso no puede hacer nada al respecto. 

La verdad es que Dios hizo el mundo perfecto, pero en el estado en el que se encuentra no fue el diseño ni el plan de él. En la Palabra de Dios, en Isaías 5:1-2 dice: «Ahora cantaré por mi amado el cantar de mi amado a su viña. Tenía mi amado una viña en una ladera fértil. La había cercado y despedregado y plantado de vides escogidas; había edificado en medio de ella una torre, y hecho también en ella un lagar; y esperaba que diese uvas, y dio uvas silvestres». Dios todo lo hizo perfecto, pero regaló al ser humano el libre albedrío, tenía la esperanza de que el hombre respondiera de manera correcta, pero eso no sucedió. 

En la Palabra de Dios, en Génesis 6:5-7 dice: «Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.  Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho».

El sueño que Dios tenía no se dio, pero un hombre llamó su atención, fue Noé. Gracias a Noé, Dios no destruyó el mundo, sino que lo salvó a él, a su esposa y a sus hijos, y protegió a los animales con la construcción del arca. Pero vemos que las cosas no salieron según el plan original de Dios cuando diseñó el mundo.