El Amor, La Fe, La Verdadera Esperanza Del Cristiano Muestra

Hoy en día, en nuestras iglesias, escuchamos una gran cantidad de ofertas, predicaciones que pretenden posicionarnos como personas prósperas y sobresalientes dentro de nuestra sociedad. Tal pareciera que se nos invita a medir el amor y comunión que tenemos con Dios, en relación a la cantidad de bienes que podamos acumular.

El apóstol Pablo escribió en la segunda carta a los Corintios capítulo 4 versículo 18: “No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas”.

Si queremos poner nuestra esperanza en las cosas materiales, deberíamos tomar en cuenta algunas cosas. Por ejemplo, el automóvil de mis sueños, nada más temporal que eso. Apenas sale otro modelo que nos ofrece más tecnología, lujo y comodidad, y de inmediato comenzamos a desearlo, olvidando pronto el modelo anterior. Y peor aún cuando pensamos en una cuenta bancaria, respecto a eso, el mismo apóstol escribió en su primera carta a su discípulo Timoteo, capítulo 6 versículo 7: “Porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar”.

Es por eso que el apóstol Pedro nos invita a poner nuestra esperanza en Jesús, en su resurrección, hecho que nos indica que nosotros un día resucitaremos con Él.

Primera de Pedro capítulo 1, versículo 3 dice: “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos”.

Pongamos nuestra esperanza en Jesús y aferremonos a su promesa, que según declara primera de Juan 2:25: “Y esta es la promesa que Él nos hizo, la vida eterna” , sabiendo que un día estaremos con Él para siempre.