Guerreros por la libertadMuestra

Cambia tu narrativa

En líneas generales podemos afirmar que los cristianos han sido mejores guardianes del Evangelio que promotores de él. Hemos perfeccionado la técnica para usar nuestra espada pero no tanto la habilidad para escribir. Hemos escogido ser “guerreros del teclado” en lugar de luchadores por la libertad. Tristemente, la manera en que actualmente compartimos a Jesús ha despertado mas asombro que curiosidad, dejándonos catalogados como hipócritas, elitista o peor aún, como personas sedientas de poder. Pero esto no tiene porqué ser así; ¡Todos tenemos la posibilidad de cambiar la manera en que expresamos a Jesús con las personas que nos rodean!

Cuando el mensaje de Jesús continuamente define quién eres, tu vida se torna en una expresión poderosa de gracia e inspiración, que motiva la curiosidad y dirige a las personas hacia Él. Esto ayuda a que las personas puedan encontrarle sentido a la vida y al mundo que los rodea. Es una manera de ponerlos en contacto con lo que realmente importa.

Puedes usar la narrativa para compartir tu fe y para ayudar a la gente a experimentar la libertad. Eres una persona redimida que vive en un mundo quebrado, lleno de narrativas vacías y todo lo que tienes que hacer es cambiar tu propia narrativa.

A continuación te damos 3 expresiones que vale la pena lograr en este año, inspirados por Rick McKinley en su libro: Fe para este momento.

1. La narrativa del descanso. La idea de tener un día de descanso contradice el ritmo vertiginoso en que se mueve la actual sociedad. El descanso es parte de la gracia de Dios, nos ayuda a enfocarnos en lo que es verdaderamente importante. En un mundo que marcha tan rápidamente y fuera de control, nosotros podemos demostrar que el descanso es algo poderoso dado por Dios para beneficio de nuestras vidas.

2. La narrativa de la hospitalidad. La hospitalidad es una idea central del Evangelio. Desafía los límites de niveles sociales y económicos, ya que estos no representan una barrera para ser hospitalarios.  La hospitalidad significa que toda persona es importante y que todos merecen una silla en la mesa de Dios. Reconoce las duras realidades de la vida, se esfuerza la milla extra y se para en medio del desastre con brazos abiertos dispuestos a dar amor. Cuando practicamos una hospitalidad verdadera, al mismo tiempo, somos transformados por ella.

3. La narrativa de la generosidad. La gente es movida por la generosidad aunque la sociedad no lo entiende. El dinero es un ídolo, por lo tanto la generosidad resulta contraria a nuestros valores culturales. Por dicha razón, la generosidad suele verse como algo anormal en una cultura consumista y por eso no es practicada por muchos. Cuando Jesús cambia nuestros corazones con relación al dinero, el tiempo y los recursos, no podemos más que vivir una narrativa de generosidad.

El próximo mover de Dios no ocurrirá solo dentro de la iglesia, sino que será de la iglesia hacia la sociedad; Entonces se escribirán nuevas historias de la educación, la salud, los negocios y de la vida en general. Es el momento de contarle al mundo una mejor historia. Colectivamente, si podemos redimir las narrativas de la sociedad, podremos redimir a la sociedad.