Jesús es Vida - Un estudio sobre el Libro de JuanMuestra

Un mensajero para el Mesías

¿Quién fue Juan el Bautista?

Basado en Lucas 1:36, Juan era el primo segundo de Jesús y era seis meses mayor que Él. Pueden haber sido cercanos en su relación, pero si es así, no sabemos detalles al respecto.

Había algo en Juan que hacía que otros sintieran que era importante—alguien a quien habían estado esperando. En el Antiguo Testamento, hubieron varios profetas que proclamarían el futuro. Hablaban de un Mesías (un libertador) que venía a salvar al pueblo elegido de Dios (los israelitas).

Aquí hay algo interesante que destacar: 500 años habían pasado desde que el último profeta habló de un "Mesías" que venía. Durante generaciones, el pueblo de Israel esperó a su libertador, así que cuando Juan el Bautista entró en escena, ¡fue un momento crucial en la historia!

No estaban muy seguros de cómo reconocerían al Mesías, pero sí vieron algo diferente en Juan—algo que les hizo cuestionarse si él era a quien estaban esperando. Juan no era exactamente como el promedio. Vivía en el desierto, comía langostas y miel, y vestía piel de camello. Cuando dijo que no era el Mesías, la gente se preguntaba si era Elías.

Elías fue un gran profeta—alguien que hablaba y hacía milagros como una especie de portavoz de Dios. Él era muy estimado entre los judíos (2 Reyes 2:11). Fue llevado al cielo en un torbellino, lo que significa que nunca murió físicamente. Entonces, la gente pensó que todavía podía estar vivo de alguna manera y que Dios usó a Elías para hacer recados en la tierra. Esto no era bíblico, sino simplemente creencia popular en esos días.

Juan no fue directo al grano al explicar quién era, pero empezó desmintiendo los pensamientos de todos sobre él. Se lo conoce como "el Bautista" porque bautizaba a la gente—sumergía en agua—y le decía a la gente que se alejara de su pecado. Ese era su único ministerio. Los fariseos, los religiosos de la época, preguntaban por qué bautizaba. Su respuesta no respondió realmente por qué sino más bien apuntaba a Jesús. Se quitó el protagonismo y se lo trasladó a alguien que iba a bautizar de otra manera.

Considera:

¿Hay alguna creencia en la que te aferres que te impida profundizar en conocer a Cristo o creer lo que Él dice?

¿Hay alguna respuesta a la oración que haya llegado de maneras que no esperabas? ¿O sigues esperando a Dios por algo, sin saber que la respuesta puede estar justo delante de ti?

¿Cuándo fue la última vez que señalaste a otros a Cristo y te alejaste de ti mismo?

Oración:

Padre, gracias por las formas en que siempre has sido fiel para cumplir Tus promesas. Gracias por estar conmigo, incluso en la espera. Revelame cualquier área de mi vida donde he estado aferrándome a falsas creencias y dame una mayor confianza en Tu sabiduría y Tus maneras. Al igual que Juan el Bautista, ayúdame a glorificarte en todo lo que hago.

*Mantén el buen trabajo en tu diario de Jesús es...