¿Por qué Jesús?Muestra

¿Por qué no?

Cuando alguien nos ofrece un regalo, podemos aceptarlo, abrirlo y disfrutarlo o en cambio decir ‘No gracias’. Tristemente, muchas personas ponen excusas para no aceptar el regalo de Dios: perdón, libertad y Su Espíritu en nosotros. 

Algunas de esas excusas: 

a) ‘No necesito a Dios’ 

Cuando la gente dice esto, generalmente significa que ellos son felices sin Dios. Pero lo que no se dan cuenta es que nuestra mayor necesidad no es la ‘felicidad’ sino el ‘perdón.’

O aceptamos lo que Jesús hizo por nosotros en la cruz o un día terminaremos pagando un justo castigo por las cosas que hemos hecho mal. 

b) ‘Hay mucho por renunciar’ 

A veces, Dios toca con sus dedos algo que está mal en nuestras vidas y nosotros lo sabemos. Tendremos que renunciar a ello si queremos disfrutar de esta relación con Él a través de Jesucristo. 

Pero necesitamos recordar: 

• Dios nos ama. Nos pide que renunciemos solo a lo que nos hacen daño. 


• Lo que dejamos no es nada comparado a lo que recibimos. El costo de no      convertirnos en cristianos es mucho mayor que el de convertirnos en uno.     


• Lo que dejamos no es nada comparado a lo Jesús renunció cuando murió en la cruz por nosotros. 

c) ‘Debe haber una trampa’ 

Compensiblemente, a menudo se le hace difícil a la gente aceptar que hay algo gratis en esta vida. Sin embargo, no se dan cuenta que a pesar que es gratis para nosotros no lo fue para Jesús. Él lo pagó con Su propia sangre. 

d) ‘No soy lo suficientemente bueno’ 

Ninguno de nosotros lo es pero por eso vino Jesús. Él hizo posible que Dios nos aceptara tal cual somos. 

e) ‘Nunca lo podré mantener’ 

Estamos en lo cierto si pensamos que nunca lo podríamos mantener por nosotros mismos pero el Espíritu de Dios, que vino para habitar en nosotros, nos da el poder y la fuerza para seguir haciéndolo. 

f) ‘Lo haré luego’ 

Tal vez, esta sea la excusa más común. A veces, la gente dice ‘yo lo creo pero no estoy listo.’ Cuanto más lo posterguemos, más difícil será y terminaremos perdiendo. Nunca sabemos cuando habrá otra oportunidad.