La fe.Muestra

La fe y la paz interior.

Muchas veces perdemos la fe en medio de las circunstancias, cuando enfrentamos la tempestad del desánimo, los problemas financieros, problemas familiares o en el trabajo, en fin, delante de cualquier tormenta que enfrentemos podríamos perder la fe a causa de perder nuestra paz interior, te invito a que leas conmigo Marcos 4:35-40 (DHH)

35 Al anochecer de aquel mismo día, Jesús dijo a sus discípulos: —Vamos al otro lado del lago. 36 Entonces dejaron a la gente y llevaron a Jesús en la barca en que ya estaba; y también otras barcas lo acompañaban. 37 En esto se desató una tormenta, con un viento tan fuerte que las olas caían sobre la barca, de modo que se llenaba de agua. 38 Pero Jesús se había dormido en la parte de atrás, apoyado sobre una almohada. Lo despertaron y le dijeron:—¡Maestro! ¿No te importa que nos estemos hundiendo? 39 Jesús se levantó y dio una orden al viento, y dijo al mar: —¡Silencio! ¡Quédate quieto! El viento se calmó, y todo quedó completamente tranquilo. 40 Después dijo Jesús a los discípulos: —¿Por qué están asustados? ¿Todavía no tienen fe?

En este relato vemos como Jesús estaba tranquilo, tan tranquilo que descansaba plácidamente en medio de una situación sumamente apremiante para los demás, el estaba tranquilo porque tenía fe en que el Padre de guardaba y haría cumplir en Él el propósito para el cual le había enviado a la tierra, estaba confiado no en sus capacidades sino en las del Padre que le guardaba, hoy te pregunto: ¿está tu  confianza en el Padre o en tus propias fuerzas? ¿Tienes puesta tu mirada en la tempestad o en el Dios que todo lo puede y desea sacarte adelante? Examina tu corazón y si encuentras temor en él entonces comienza a pensar diferente.

Oremos: amado Padre, sabemos que tu poder es absoluto y que nada escapa de tu voluntad, reconocemos nuestra debilidad e incapacidad y por eso te pedimos que seas tu quien lleve el timón de nuestra barca y nos lleves a puerto seguro; en el nombre de Jesucristo te lo pedimos amado Padre, amén.