El Buen TrabajoMuestra

¿Qué sigue?

¡Se reconstruye el muro! Sí, has leído esa oración correctamente. Aquí estamos, a poco más de la mitad del libro de Nehemías, y el trabajo de Nehemías en la pared ya está hecho, lo que puede parecer extraño. Estamos acostumbrados a que los libros terminen con el héroe alcanzando su objetivo. ¿Por qué el libro de Nehemías sería diferente?

Esto es lo que necesitas recordar: puedes terminar un trabajo Dios te ha dado, pero el trabajo de Dios nunca se termina realmente. No mientras sigamos aquí en la tierra. Termina un trabajo y seguramente habrá otro frente a ti.

Nehemías encontró esto. Después de terminar el muro, se dio cuenta de que, aunque la ciudad de Jerusalén era grande, había pocas personas en ella. Dios lo llevó a reunir a los nobles, funcionarios y las familias que habitaban en Jerusalén antes de ser llevados al cautiverio y llevarlos a la ciudad. Había trabajo por hacer.

Entonces la gente regresó, y el trabajo de Nehemías aún no estaba terminado. En el capítulo ocho, Nehemías y Esdras buscaron traer un avivamiento espiritual a todo el pueblo de Israel. Reunieron a todos los israelitas en Jerusalén para un festival, que comenzó con Esdras leyendo y enseñando la Torá, el Libro de la Ley de Moisés, a todos los hombres, mujeres y niños presentes. Y una vez que todos lo escucharon, comenzó una gran celebración cuando la gente se regocijó en su comprensión de la Palabra de Dios.

Si bien nuestro trabajo para Dios siempre será continuo, no siempre estará lleno de situaciones difíciles y oposición interminable. Deberíamos alegrarnos en tiempos de bien y celebrar la finalización exitosa del trabajo de Dios bien hecho. Estos momentos de celebración temporal nos recordarán que esperamos con ansias el día en que, de una vez por todas, la obra de Dios estará completa, y nos regocijaremos juntos por el resto de la eternidad.

Considera: ¿Qué trabajo podría tener Dios reservado para ti después? ¿Cómo puedes celebrar el trabajo que ya terminó?