La pérdida no tiene la última palabraMuestra

Dios está cerca

David, el gran Salmista y Rey de Israel, pasa por gran cantidad de pérdidas y responde con multitud de emociones. A menudo, llama a Dios: confundido, solo, asustado y herido. “¿Por qué estás lejos, oh Jehová, y te escondes en el tiempo de la tribulación?”, él pregunta. (Salmos 10:1-2 RVR1960).

Si bien es cierto es difícil precisar exactamente por lo que estaba pasando David cuando escribió esto, lo que sí sabemos es que perdió mucho a lo largo de su vida. Su mejor amigo murió en batalla, (1 Sam. 31) uno de sus hijos murió a temprana edad, (2 Sam. 12:15-23) y otros hijos suyos lo traicionaron y abandonaron (2 Sam. 15). David podría haber clamado a Dios de la misma manera en cualquiera de esos momentos, pero ninguno de ellos era el final de su historia.

A lo largo de los Salmos y las narraciones asociadas con la vida de David, vemos que él siempre encuentra esperanza y fortaleza en medio del duelo. Dios siempre lo halla justo donde él se encuentra, y David puede regocijarse y confiar en el Señor aun mientras le hace esas preguntas a Dios. Inclusive al final del capítulo diez, David confiesa, “El deseo de los humildes oíste, oh Jehová; Tú dispones su corazón, y haces atento tu oído,” (10:17 RVR1960).

Mientras lees estos pasajes acerca de David, anímate porque Dios está cerca de ti como lo está de David.