[Serie El amor de Dios por nosotros] Mi ayuda viene del SeñorMuestra

Dios da también la salida

Dios siempre está dispuesto a darte la fuerza que necesitas. No has pasado ninguna situación que humanamente no se pueda soportar. Que parezca algo infranqueable, imposible, invivible, es solo el parecer personal. Pero en realidad, ninguna situación que vivamos es mayor a lo que podamos manejar. 

Los problemas se ven en el nivel de gravedad desde el punto de vista, la experiencia y la actitud de cada persona. Una madre primeriza que tiene a su bebé piensa que ella no va a poder manejar la situación, eso de alimentar al bebé, cambiar pañales, lavar su ropa, mantener la casa y atender a su familia, parece que la sobrepasa con facilidad. Pero cuando nace el segundo hijo, la perspectiva cambia, ahora ya sabe que puede manejar las situaciones con tranquilidad. Cuando viene el tercer hijo, la confianza es mayor, porque sabe que Dios le dio la capacidad de manejar situaciones de este tipo. 

De igual manera cuando el primer hijo se cae por primera vez, cuando está tratando de aprender a andar en bicicleta y se fractura un brazo. Es el primer accidente del niño, toda la familia se da cita en la sala de emergencias. La desesperación puede invadir a los padres, quienes no saben qué hacer ante esa situación. Los médicos reciben gritos de desesperación porque los padres del niño piensan que no están haciendo lo suficiente. De hecho, los médicos comentan, «debe ser el primer accidente de su hijo». La actitud aporta mucho al manejo de una situación con un ser querido en problemas de salud.

Debemos tener la seguridad que Dios no nos dejará pasar por situaciones más difíciles que las que podamos soportar, pero espera que cada vez aprendamos de esas situaciones y que nuestra reacción cambie. Cuando entendemos que podemos confiar en Dios, entonces hemos aprendido a no desesperarnos ni a sentirnos víctimas de la situación. La confianza plena en Dios trae la actitud correcta, de paz y gozo en medio de las situaciones difíciles. Pablo, alababa a Dios en la cárcel estando con cadenas. Jesús no se defendió cuando lo azotaban, guardó silencio y resistió el castigo y el dolor por amor a nosotros. 

La salida está disponible cuando tu confianza en Dios te gobierna y pones tu mirada en Dios y no en el problema. 

Palabra de confianza de parte de Dios

Y pueden ustedes confiar en Dios, que no los dejará sufrir pruebas más duras de lo que pueden soportar.