El Padre te ama, por Pete BriscoeMuestra

Día 7

Interesado y atento

Siempre responde a cada impulso que tengas para orar. El impulso de orar puede surgir cuando estés leyendo o cuando estés luchando por entender un texto. Yo haría de esto en una ley general: siempre obedecer ese impulso.- Martyn Lloyd-Jones

¿Qué tan importante te sentirías si tu padre tuviese 3 mil millones de números telefónicos de sus hijos en su celular y el tuyo fuera solo uno de ellos? ¿Cuánta atención podría dedicarle un hombre a tantos niños? Prácticamente ninguna. ¡Pero nuestro Padre Celestial no tiene limitaciones en cuanto a su poder, conocimiento o capacidad de estar en todas partes para todos al mismo tiempo! Él dejó esto claro en su conversación con Moisés cuando dijo:

“pues cuentas con mi favor y te conozco por nombre” (Éxodo 33:17 NVI)

Hace años, estaba sentado junto a miles de estudiantes universitarios en la conferencia Urbana en la Illinois University. El estadio estaba repleto hasta el tope. En un momento del programa, nos pidieron a los 20.000 que oráramos... en voz alta. Me sentí abrumado no solo por el ruido o el efecto creciente, sino por el simple hecho de que Dios era capaz de escuchar cada oración y responderla perfectamente.

Para Dios Padre, cada oración que hacemos es la única que Él escucha. No existen las oraciones en segundo plano. ¿Por qué?

Porque Él está interesado.

“¿No se venden cinco gorriones por dos moneditas? Sin embargo, Dios no se olvida de ninguno de ellos. De hecho, él les tiene contados aun los cabellos de su cabeza. No tengan miedo, ustedes valen más que muchos gorriones” (Lucas 12:6-7 NVI)

Dios conoce tu nombre, y siempre está en su corazón. Si tienes una espina en el pie, Él se preocupa por ella, aunque pueda haber inundaciones y hambrunas en otras partes del planeta. Él puede darte el 100% de su atención y no prestarle menos a los demás. ¡Esa es tu relevancia a los ojos de Dios!

Padre, ¡estoy agradecido de que estés escuchando esta oración y puedas darme el 100% de tu atención! Gracias por interesarte por mí, por cuidarme, por amarme. Amén.