Mensaje DirectoMuestra

VIVIR // ¿Sabes que no tienes que orar con tus “ojos cerrados y tu cabeza inclinada”? Puedes orar mientras corres si quieres. O mientras conduces para recoger a tu hermano menor de la práctica. De hecho, a veces la oración es simplemente buscar a Dios en el mundo que te rodea. Es contemplar las montañas y agradecer a Dios por su grandeza. O es respirando profundamente y expresando gratitud por el oxígeno interminable. Dios está presente a nuestro alrededor. Esta semana, busca a Dios de distintas maneras. Cuando encuentres recordatorios de Su presencia, detente y habla con Él, ya sea en silencio o en voz alta (lo que tenga sentido dependiendo de dónde te encuentres).