Devocional diario de Rick WarrenMuestra

Hazte un tiempo para escuchar
Si no te haces tiempo para Dios, no oirás de Él. Debes detener el ritmo y estar en silencio así puedes oírlo. Cuando estás apurado, no puedes oír de Dios.
Cuando vivimos nuestras vidas apuradas, Dios es confinado a los momentos libres y, en breve, es cambiado por nuestro tiempo. Decimos, "Señor, háblame pero hazlo rápido." Escatimar tiempo con Dios lleva a una vida que se hace cada vez más superficial. No profundizamos porque no nos hacemos el tiempo. No pasamos suficiente tiempo a solas con Dios. Él necesita tiempo de calidad para cambiarnos.
Este estilo de vida superficial, donde siempre estamos apurados, represente el suelo poco profundo y rocoso en la parábola de Jesús. Jesús dice que el suelo poco profundo representa una mente superficial. Una persona con este tipo de mentalidad, escucha la Palabra de Dios y hasta se emociona, pero nunca hace realmente algo al respecto.
¿Cómo superamos esto? ¿Cómo cambiamos de ser una persona superficial a una profunda que mantiene su fe aún en la recesión o en la enfermedad o en la pérdida del empleo o problemas en el matrimonio?
Necesitas dos cosas:
Un tiempo en calma diario -- Necesitamos tempo a solas con Dios para leer la Biblia, orar y llevar un registro de las cosas que aprendes.
Un pequeño grupo semanal -- Necesitas tiempo con otros creyentes cercanos a ti y que pueden darte una perspectiva fresca. Pueden darte ánimo la responsabilidad que necesitas para profundizar tu relación con Dios.
Escrituras
Acerca de este Plan

¿Sabes para qué te creó Dios? ¿Conoces el destino de Dios para tu vida? Si no sabes las respuestas a estas preguntas, entonces puedes ir a la deriva durante los próximos diez años de tu vida sólo viviendo, en lugar de vivir una Década del Destino en la que seas capaz de hacer lo que Dios te llama a hacer. Estos devocionales de Rick Warren te ayudarán a llegar a donde Dios quiere que vayas espiritual, financiera, emocional, relacional y físicamente. Ofrecen pasos prácticos para alcanzar las metas que Dios tiene para ti mientras sigues a Jesús en tu destino.
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