El hogar minimalistaMuestra

El gozo de poseer menos y vivir más

Esos programas de televisión de remodelación de casas me hacen negar con la cabeza. A pesar de que una casa pueda verse mejor, los propietarios generalmente terminan con tantas cosas como tenían antes, tal vez incluso más. Todos esos objetos pueden estar siendo un obstáculo para la manera en como ellos quieren pasar sus días, más de lo que están contribuyendo al alcance de sus metas.

La mayoría de los que tenemos una casa o apartamento pasamos por algo similar con nuestros propios hogares. Hemos gastado mucho dinero comprando cosas para nuestra casa, y mucho tiempo organizando, limpiando y manteniendo esas cosas. Y, sin embargo, en los inusuales momentos que nos quedan para simplemente disfrutar de la casa, no se siente como el lugar en el que realmente queremos vivir. ¿Qué hacemos, entonces? Decidimos que necesitamos más o mejores cosas, con un plan de organización y decoración diferente. Y cuando hacemos nuestro mejor esfuerzo para mejorar nuestro espacio vital, es de alguna manera algo mejor en algunos aspectos, pero aún así no da satisfacción fundamental ni inicia ningún cambio de vida duradero.

¿Y si el problema no es que no poseamos suficientes cosas o que no estemos manejándolas lo suficientemente bien? ¿Y si el problema es que estamos viviendo en las casas que los anunciantes y vendedores quieren que tengamos, en lugar de las casas que en el fondo realmente queremos y necesitamos?

Me gustaría sugerir que lo que la gran mayoría de nosotros necesitamos, si queremos comenzar a vivir vidas más plenas, es una transformación minimalista de nuestros hogares. Como nos dice el Evangelio de Lucas, nuestras posesiones nunca pueden darnos vida (Lucas 12:15).

¿Estás dispuesto a explorar la idea de que hay más alegría en poseer menos que la que podemos encontrar en acumular más? Espero que lo estés, porque sé por años de experiencia que al deshacerte del exceso de objetos en cada habitación, puedes transformar tu hogar para que te sientas no solo libre del estrés de tanto desorden a tu alrededor, sino también libre para vivir una vida enfocada en seguir el llamado de Dios, una vida libre para amar y servir a los demás como Dios quiso.

¿Cuándo la preocupación por algo que posees te ha impedido servir a otra persona?