Mi Espíritu, Mi ResponsabilidadMuestra

Un Espíritu Correcto y el Éxito Dios quiere bendecirte. Cuando la bendición viene, no es que te cambie sino que saca lo que ya hay en ti. Cuando alguien experimenta el éxito y de repente tiene dinero, cosa que en sí no es ni bueno ni malo, éste saca a la luz el carácter que ya había en ellos. Las personas medimos el éxito de diferentes maneras, pero lo que es cierto es que el éxito siempre trae bendición y revela lo que hay en el espíritu de alguien. Algunos llevan el éxito bien, mientras que otros no. Es importante mantener un espíritu correcto en el éxito. En Josué 1:8, Dios habla a Josué y le promete éxito. Le dice: ‘Porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien.’ Este es el mismo Josué que en el capítulo 24:15 dice: ‘Pero yo y mi casa serviremos al Señor.’ En su éxito se comprometió a ‘servir a Dios’. ‘Pero yo y mi casa serviremos al Señor.’ No sin mi casa. Es decir, no voy a servir a Dios a coste de mi familia. Buen éxito. Mal éxito. Si alguien puede tener ‘buen éxito’, entonces, también existe el mal éxito. Cuando alguien toma atajos o utiliza a las personas para beneficio personal, eso es mal éxito y la Biblia dice que no será bendecido. Proverbios 28:20 dice: El hombre fiel abundará en bendiciones, pero el que se apresura a enriquecerse [a cualquier coste] no quedará sin castigo. (LBLA) Aunque el éxito puede conseguirse por medios incorrectos, al final, recogemos lo que sembramos. Permitir que tu éxito cambie tu carácter es también mal éxito. El orgullo, la arrogancia y el egoísmo pueden seducirte y hacer que olvides de dónde viene tu éxito. Mi amigo Rick Godwin me dijo hace poco: ‘Brian, lo que me gusta de ti es que a pesar de todo tu éxito, nunca cambias’. Está claro que todos debemos cambiar constantemente, crecer personalmente y madurar, pero nunca deberíamos cambiar nuestra autenticidad, compromiso y responsabilidad. Para mantener un espíritu correcto en el éxito: Da siempre la gloria a Dios. En el momento en el que empezamos a pensar que nos meremos nuestro éxito, tendremos un espíritu muy pobre en ese éxito. No seas arrogante. Sé autentico. Sigue siendo quien Dios te ha llamado a ser y no olvides de dónde vienes. ORACIÓN: Gracias Señor por el éxito que tú has traído a mi vida. Que siempre reconozca que cada don perfecto y bueno viene de ti y que siempre tenga un espíritu correcto que te dé la honra y la gloria.