Elegido: Acuérdate del Evangelio todos los díasMuestra

¿Qué pasaría si te despertaras y te recordaras del Evangelio cada día?

Si eres como yo, estás tentado a dar por sentado el Evangelio y a dejar de practicarlo porque se ha vuelto muy familiar. Lo almacenamos en nuestra historia en algún lugar del pasado e inconscientemente tratamos de seguir adelante. Pero necesitamos escuchar el Evangelio de la misma manera en que lo hicimos cuando lo escuchamos por primera vez.

Si nos recordamos del Evangelio cada mañana, nos levantaremos y viviremos en tal gozo agradecido que la batalla más dura que vamos a enfrentar hoy ya ha sido ganada.

¿Cuán diferente sería tu vida si predicaras el Evangelio a tu propio corazón más regularmente?

Hay docenas de maneras en que el Evangelio impacta positivamente y moldea nuestra vida cotidiana.

Muchos creyentes creen que las buenas noticias son noticias viejas. No hemos escuchado tanto el Evangelio; no lo hemos escuchado lo suficiente. Como muchas facetas de un hermoso diamante, el Evangelio tiene una belleza infinita que nunca puede ser agotada. Entre más examinemos el Evangelio, más fuertes y satisfechos estaremos en nuestra fe.

Necesitamos recordarnos regularmente de todo lo que Dios ha hecho por nosotros en el Evangelio, porque el Evangelio aviva y motiva nuestro deseo de obedecer a Dios y servirle. Cuando vemos cuánto ha hecho Él, cuanto Él nos ha dado en Su Hijo, no podemos evitar ser cambiados y motivados a darle nuestra vida entera. E incluso cuando somos débiles y endebles pecadores luchando para seguir al Perfecto Salvador, el Evangelio nos recuerda cuán amados somos y lo mucho que Dios trabaja en nosotros para ayudarnos a seguirlo a Él.

No hay mayor necesidad en el corazón de un cristiano que recordar regularmente el Evangelio.