Hombres a prueba de tormentas IIIMuestra

Predicción de patrones climáticos

Pensemos cuando esperamos que ocurran ciertos patrones climáticos. Ahora vivo en Texas. Nunca me preocupo por las tormentas de hielo en julio, pero sí busco nieve en enero o febrero. El riesgo de tornados en diciembre es bajo, pero aumenta significativamente en la primavera cuando el aire cálido y húmedo colisiona con el más frío, produciendo tormentas eléctricas severas.

Saber cuándo están llegando las tormentas nos ayuda a estar alerta y a estar mejor preparados. Muchas tentaciones sexuales son como estos sistemas climáticos porque también son "estacionales". Si examino mi vida, puedo identificar los tiempos y las circunstancias en que es más probable que las tentaciones golpeen. 

Veamos este ejemplo hipotético: estoy casado, pero mi relación matrimonial es menos que ideal. Nuestra vida sexual me frustra. No hacemos el amor tantas veces como me gustaría, y muchas veces el sexo no me parece satisfactorio. Mi esposa se durmió, y estoy solo, despierto deseando sexo. Así que me escapé de la habitación, fui a mi oficina, cerré la puerta y accedí a un sitio web para adultos. Pasé una hora viendo porno, y terminé la noche masturbándome. Sé que no está bien, pero también que el sexo con mi esposa está fuera de discusión para esta noche. Me racionalizo a mí mismo que no he lastimado a nadie. En este caso, fui más susceptible cuando mi esposa y yo estábamos luchando en nuestra relación.

Pregúntate: «¿Bajo qué circunstancias (tiempos, lugares y situaciones) soy más vulnerable? ¿Qué emociones estoy sintiendo? ¿Cuándo está la tormenta en su peor momento?»

La verdad es que la mayoría de las tentaciones sexuales no nos ciegan, pero como nunca las hemos pensado honestamente, vivimos como si estuviéramos indefensos y sin esperanza en la batalla. Reconocer patrones en nuestra vida es una clave. Entonces podemos ser más proactivos al tratar con las circunstancias cuando las enfrentamos, o al evitarlas en primer lugar.

Encontramos la tentación sexual "externa" casi regularmente en nuestro mundo. Algunas de esas tentaciones "externas" apelan a nuestra carne, y el problema se convierte en una tentación "interna". Eso nos pone en medio de la tormenta. Podemos (erróneamente) concluir que la situación es inútil, y, como "meros hombres", no podemos evitar ceder a la tentación. Como "meros hombres", eso es cierto, con raras excepciones. Pero, no luchamos por la pureza como "meros hombres". Recuerda tus promesas: Dios es fiel y con la tentación proporcionará una vía de escape. Podemos experimentar pureza pues Dios ya ha provisto lo que necesitamos para vivir según Él lo ordena.

Podemos ser hombres a prueba de la tormenta. 

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