El Señor es nuestro pastor Muestra

Mi copa está rebosando

Dios ama un corazón agradecido. David tenía un corazón agradecido. Podía mirar su vida y sonreír ante la bondad de Dios hacia él y bendecirlo. Sí, su vida había sido dura y espantosa. Pero Dios había sido muy bueno con él. Dios había llenado su copa, y estaba desbordando. David tenía un corazón agradecido.

¿Qué pasa contigo? ¿Ha sido tu vida dura, incluso insoportable a veces? Probablemente sí. Así es el camino de la vida para el cielo. Pero Dios ha sido bueno contigo. Tu copa está rebosando.

¿Podrías hacer esta oración?

Señor, has sido un pastor para mí.

Me has cuidado y dado provisión.

Me has amado incluso cuando te ignoré.

Tus ojos siempre han estado sobre mí.

Me has ofrecido gracia ilimitada.

Has enviado a tu propio Hijo a morir por mí.

Has dado tu Espíritu para que viva en mí.

Me das acceso a ti en cualquier momento.

Me has dado vida y aliento.

Has traído personas maravillosas a mi vida que se preocupan por mí.

Me perdonas cuando te falto.

Me fortaleces cuando estoy débil y necesitado.

Oyes mis oraciones.

Te deleitas en mi amor.

Me has dado un futuro seguro y eterno contigo.

Me has rescatado del infierno.

Me has elegido.

Me has dado talentos.

Me has llamado a un lugar significativo en la lucha contra el enemigo.

Me has protegido.

Me amas.

Me has dado comida y refugio.

Has sido tan bueno conmigo.

Mi copa está rebosando.