Desvíos: Lecciones de JoséMuestra

En construcción

Parte de mi papel como pastor incluye orientación y consejería. Puedes imaginarte la cantidad de llamadas que recibo, siendo una iglesia bastante grande. Puedo decir honestamente, que disfruto inmensamente este aspecto de ser pastor. No hace mucho, uno de los hombres que asiste a la iglesia vino a casa a verme. Estaba pasándola mal.

Mientras estaba en mi sala, con su cabeza agachada, levantó su mirada hacia mí y dijo: "Pastor, siento como si mi desvío se encontró con otro desvío, se casaron y tuvieron un bebé desvío". En otras palabras, sentía que con cada paso se encontraba un desvío nuevo y que los desvíos se multiplicaban en lugar de llevarlo a un lugar valioso.

Es fácil sentirse así cuando Dios te lleva a tu destino. Es porque antes de que Dios pueda llevarte a dónde quiere que lleges, debe dar algunos giros y vueltas. En la vida, al igual que en el camino, los desvíos existen porque se están realizando trabajos de construcción. Cuando vas por la autopista y hay un desvío, usualmente es porque hay trabajadores que están reparando, construyendo, corrigiendo o mejorando algo.

De la misma manera, Dios nos lleva por un desvío, porque Él está construyendo algo en nuestras vidas también. Acepto que los desvíos son muy inconvenientes. Te desvían del camino. Toman más tiempo que el viaje que habías planeado originalmente, pero son necesarios. Dios está más interesado en tu desarrollo que en tu llegada. A Él le importa más tu carácter que tu comodidad, y más tu pureza que tu productividad.