DESCUBRA SU LUGAR EN EL PROPÓSITO DE DIOSMuestra

JESÚS ES NUESTRO EJEMPLO PARA LA MISIÓN

Fuimos creados para existir en una relación con Dios, vivir en armonía con Él, con los demás, con la creación y con nosotros mismos, pero estas relaciones se rompieron con la caída. Dios comenzó a arreglar las cosas al establecer relaciones y hacer pactos con los seres humanos, y al hacerles promesas. Abraham fue el primero de estos, Dios lo llamó a él y a Israel para que fuesen una luz para el resto del mundo, al mostrarles a todos cómo era vivir con Dios. El propósito de Dios de llegar a los seres humanos culmina en la vida, la muerte y la resurrección de Jesús al redimirnos y restituirnos a Dios. Jesús llama a la iglesia a desempeñar la tarea de Israel y compartir las buenas nuevas con todo el mundo. Nosotros y la iglesia vivimos y aguardamos con esperanza el regreso de Cristo, la nueva creación y la completa revelación del reino de Dios. 

El año del jubileo es el año en que la sociedad de Israel se «renovaba», las deudas se cancelaban, los esclavos eran liberados y las personas podían volver a sus familias y a la tierra que se les había entregado cuando Israel se estableció en la tierra prometida. Una vez más Israel podía ser la sociedad que el Señor quería que fuera. Era un tiempo de celebración y adoración.

Cuando Jesús se refiere a este pasaje, ¿qué expresa sobre Su parte en la historia de Dios, sobre Su misión?  Jesús expresa que Él es la «solución» a la incapacidad de Israel de mantener su parte del pacto de Éxodo y de ser una «sociedad de jubileo». Las buenas nuevas que Él trae restauran el tipo de relación con Dios que significa que podemos ser parte del establecimiento de una sociedad justa; y las convierte en buenas nuevas para nosotros ahora y cuando muramos.

Orar 

Agradezca a Dios porque envió a Jesús a llevar a cabo Su propósito de restaurar Su creación y permitirnos tener una relación con Él. Pídale que le muestre un poco de lo que significa ser enviado como Jesús fue enviado.