Soportando con Job: 7 días de esperanzaMuestra

Se presentan dos personajes más a la historia: Dios y Satanás. Dios reúne a Sus sirvientes, o ángeles, y entre ellos hay uno que probablemente no pertenece a ese grupo.

Dios le pregunta a Satanás sobre sus actos recientes. Casi como una no respuesta, Satanás responde, estaba deambulando. Lo que sigue es la oración que desencadena el resto del conflicto en el libro: Dios le pregunta a Satanás si conoce a Job.

¿Por qué haría Dios eso? ¿Por qué pondría a su sirviente fiel en contacto con el dolor y la desgracia? 

Satanás se lanza a la oportunidad de probar a uno de los sirvientes de Dios. El argumenta que la fidelidad de Job solamente es producto de la bondad de Dios hacia él. Sin la bendición continua de Dios, Job sería una persona completamente diferente. Satanás le pide a Dios que vea por sí mismo y envíe problemas al camino de Job.

Dios accede y Satanás se dirije a atacar a Job.

El resto del libro luchará con las preguntas abiertas por este pasaje. ¿Por qué Dios permite el sufrimiento? ¿Lo causa Él? ¿Cuál es el rol del mal en el mundo? ¿Nos merecemos todo el dolor que viene a nuestras vidas?

Por ahora, enfócate en como se desarrolla la interacción entre Dios y Satanás. Satanás tuvo que pedir permiso antes de siquiera acercarse a Job. Y aun con permiso, Dios establece límites a lo que Satanás podía hacer (no pongas un dedo sobre él). 

No hay algo como bien contra el mal, porque no hay fuerza en todo el universo tan poderosa como Dios. Está Dios y todo está por debajo de Él. Cada pedazo de la creación debe responderle, inclusive Satanás.

Esta verdad me conforta y me frusta al mismo tiempo. Me conforta porque sé que nada ha venido a mi vida sin que Dios lo sepa y lo permita. Él es el portero, nuestro guardián constante. Pero también es frustrante porque muy amenudo no vemos el propósito de nuestro dolor. 

Job no tenía idea que esta conversación había ocurrido. El simplemente estaba viviendo su vida como siempre, cuando de repente su mundo se desmoronó. Nuestra experiencia de dolor usualmente coincide con la suya. 

Este pequeño entendimiento es una poderosa verdad. Ante el dolor y los argumentos y eventualmente, el alivio que encontramos en la historia de Job, podemos tener un vistazo de la supremacía de Dios. Aún en nuestra hora más oscura, podemos tener esperanza, porque Él sabe lo que está sucediendo.

Moraleja: Nada viene a nuestras vidas sin el permiso de Dios.

Oración: Padre, gracias por ser mi protector todo poderoso. Ayúdame a saber que puedo tener paz porque me ves y te preocupas por mí.