La manera correcta de trabajarMuestra

El enemigo

El enemigo no es humano, sino demoníaco. Hay seres espirituales, seres espirituales malvados e invisibles llamados demonios, que siguen a Satanás oponiéndose a Dios y al pueblo de Dios de todas las formas posibles. Estos seres son poderosos. Mire los cuatro términos en el versículo 12: gobernantes, autoridades, poderes cósmicos sobre esta oscuridad presente y fuerzas espirituales del mal.

Estos seres son invisibles, pero reales. Son viciosos, venenosos, sin escrúpulos y diabólicos. Normalmente no anuncian su presencia y atacan abiertamente; ellos planean y engañan, acusan y condenan. Vienen disfrazados como algo inofensivo y benigno, y antes de que lo sepamos, nos tienen por el cuello, listos para devorar.

Ahora, no se equivoquen: no debemos temer a Satanás. «El que está en ti es más grande que el que está en el mundo», (1 Juan 4: 4). Jesús, que está en nosotros, es más grande que Satanás, que está en el mundo. Satanás y sus demonios son seres limitados y finitos que han sido derrotados por Jesucristo. Pero aún no han sido desterrados, y todavía fanfarronean y condenan, confabulan y engañan. Tomamos la batalla en serio, pero no tenemos miedo ni nos intimidamos, porque nuestra fortaleza está en Jesucristo.

Comprende quién es el enemigo; entonces batalla. Lucha en el poder de Cristo.