Fe como un grano de mostazaMuestra

Dimensión de perdón en el reino de Dios

¿Crees que sea posible perdonar a quien te lastimó, te humilló, te traicionó? Hay personas que en lo natural, no perdonan ni una sola vez, aun lo que les hicieron hace 25 años atrás, ¡cuánto menos perdonar siete veces al día! Pero si tenemos una fe pequeña en un Dios grande, entonces, si es posible. Mi confianza está en Dios, no en mi carne, ni en mis ideas, ni en mi cultura, ni en lo que se hace en mi familia. En mi carne, no tengo la posibilidad de producir el fruto del Espíritu, que incluye perdonar. 

La fe que se necesita para creer que Dios existe, es una fe pequeña. Si tienes esa fe, entonces puedes vivir una dimensión, que para la naturaleza humana es imposible, pero para Dios es posible. Esa es la dimensión de lo que Dios hace, va más allá de lo que el hombre puede hacer por sí mismo. 

La única manera de permanecer, vivir la dimensión del reino de Dios, vivir relaciones sólidas, sanas, con vecinos, en los negocios, con amistades, es confrontarlo con estos principios que estamos estudiando. Hay muchos que no tienen fe para mover un sicómoro, una montaña, inclusive muchos no tienen fe para mover un grano de mostaza. No está hablando Jesús del tamaño de la fe, sino de a quién le tienes fe. 

Jesús lo ilustra, en un episodio con un centurión. Un centurión, tenía autoridad en el ejército romano. Cuando el centurión explica la situación de salud de su criado, Jesús le dice, vamos a tu casa. Pero el centurión, expresa que no es necesario que fuera, sino que solamente con su Palabra era suficiente. Porque él era un soldado bajo autoridad y en autoridad. Obedecía órdenes y daba órdenes que debían obedecerse. Sabía que su palabra debía ser obedecida inmediatamente. Por esto le dijo a Jesús, que dijera la Palabra y su criado sanaría.  La fe de este individuo, estaba en la palabra. Jesús dice que esta es la fe más grande que había visto. Porque era fe en su Palabra.