La Renovación De Todas Las CosasMuestra

La fe es algo que nos permite dar un vistazo atrás, recordamos cómo Dios se ha manifestado por su pueblo, y por nosotros, y nuestra fe que él vendrá de nuevo aumenta. El amor sucede en el momento actual; amamos en el «ahora». La esperanza es única; la esperanza espera con ansias, anticipando el bien que está por venir. La esperanza se adentra en el futuro para agarrar algo que todavía no tenemos, que aún no podemos ver. La esperanza firme toma control de un futuro que aún no ha sucedido; es la espera confiada de que algo bueno está por venir.

Podría ser útil hacer una pausa y preguntarse a si mismo: ¿Cómo está mi esperanza en estos días? ¿Dónde he puesto mi esperanza en estos días?...

Jesucristo dio su vida para regalarnos a cada uno de nosotros una esperanza mayor y más grande de cualquier otra esperanza. Cada acción y enseñanza de su vida fueron intencionalmente dirigidas a develarnos esta esperanza. Más tarde en el evangelio de Mateo, él describió con claridad asombrosa:

«Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.
Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna». (19.28-29)

¡¿En la renovación de todas las cosas?! ¿La intención de Dios para nosotros es la renovación de todas las cosas? Esto es lo que el Hijo de Dios dijo; así es cómo él lo describió claramente. La palabra griega usada para «renovación» es palingenesia, que se deriva de dos palabras: paling, que significa «de nuevo», y genesia, que significa «principio», que por supuesto nos hace recordar a Genesis. Génesis de nuevo. Edén restaurado...

La re-creación del mundo. Cuando el mundo sea hecho nuevo. Una promesa tan impresionante, tan impactante y desgarradoramente hermosa, me sorprende que tantos la hemos ignorado. Por supuesto, hemos escuchado mucho acerca del «cielo». Pero claramente Jesús no está hablando acerca del cielo, está hablando de la re-creación de todas las cosas, incluyendo la tierra que amamos.