Profecía Y PromesaMuestra

Usted ha Sido Rescatado Cuando se hundió el Titanic, sólo se salvaron 706 de sus 2.223 pasajeros y tripulantes; unos pésimos procedimientos de seguridad y un número insuficiente de botes salvavidas condenaron al resto. Los constructores de la nave estaban tan seguros de su invencibilidad que la capacidad total de los botes salvavidas era de sólo 1.178. ¿Está listo para escuchar buenas noticias? El rescate que planeó el Padre, que llevó a cabo el Hijo y con el poder del Espíritu Santo tiene capacidad hasta para el último ser humano del planeta, del pasado, del presente y del futuro. La sangre de Jesús tiene el poder suficiente y el cielo y la tierra nuevos tienen suficiente espacio para cada hombre, mujer y niño de todos los tiempos. Los profetas de las Escrituras traen estas buenas noticias en un lenguaje poderoso y poético. El rescate de Cristo es universal, gratuito y objetivo, es decir, no se basa en lo que haga el hombre, sino en la decisión que hizo Dios de tener misericordia. ¿Le parece bien? Siga leyendo . . . Usted ha Sido Rescatado Cuando se hundió el Titanic, sólo se salvaron 706 de sus 2.223 pasajeros y tripulantes; unos pésimos procedimientos de seguridad y un número insuficiente de botes salvavidas condenaron al resto. Los constructores de la nave estaban tan seguros de su invencibilidad que la capacidad total de los botes salvavidas era de sólo 1.178. ¿Está listo para escuchar buenas noticias? El rescate que planeó el Padre, que llevó a cabo el Hijo y con el poder del Espíritu Santo tiene capacidad hasta para el último ser humano del planeta, del pasado, del presente y del futuro. La sangre de Jesús tiene el poder suficiente y el cielo y la tierra nuevos tienen suficiente espacio para cada hombre, mujer y niño de todos los tiempos. Los profetas de las Escrituras traen estas buenas noticias en un lenguaje poderoso y poético. El rescate de Cristo es universal, gratuito y objetivo, es decir, no se basa en lo que haga el hombre, sino en la decisión que hizo Dios de tener misericordia. ¿Le parece bien? Siga leyendo . . .