Fe y teología: Dr. John MacArthur. Preguntas y respuestasMuestra

¿Por qué instituyó Jesús la Cena del Señor?

En Mateo 26: 26, “Jesús tomó el pan y lo bendijo. Luego lo partió y se lo dio a sus discípulos diciéndoles: ‘Tomen y coman, esto es mi cuerpo’”, transformando así Su última Pascua en la primera observancia de la Cena del Señor. Él es el antitipo central en ambas ceremonias, siendo representado simbólicamente tanto por el cordero de la Pascua como por los elementos de la ceremonia de la comunión. Su declaración, "esto es Mi cuerpo", no pudo haber sido tomada en ningún sentido literal por los discípulos presentes esa noche. Tal lenguaje metafórico era un hebraísmo típico. No se insinuó ningún milagro eucarístico de transubstanciación, ni los discípulos podrían haber pasado por alto la intención simbólica de Su declaración, porque Su cuerpo real, aún intacto, estaba ante sus propios ojos.

Cuando tomó la copa de vino, dijo, esta es “Mi sangre del nuevo pacto” (v. 28). Los pactos se ratificaban con la sangre de un sacrificio (Gén. 8: 20; 15: 9–10). Las palabras de Jesús aquí hacen eco del pronunciamiento de Moisés en Éxodo 24: 8. La sangre del Nuevo Pacto no es la sangre de un animal, sino la propia sangre de Cristo, derramada para la remisión de los pecados. Véase Jeremías 31: 31–34; Hebreos 8: 1–10, especialmente 8.6. Así Él estableció la observancia como una ordenanza para la adoración (1 Corintios 11: 23-26). La Pascua que había anticipado el sacrificio de Cristo, fue transformada en una ceremonia totalmente diferente que mira hacia atrás en recuerdo de Su muerte expiatoria.