Cantares 4:1-4
Cantares 4:1-4 TLA
¡Eres bella, amada mía! ¡Eres sumamente bella! Son tus ojos dos palomas que se asoman tras el velo. Son tus negros cabellos cabritos que juguetean en los montes de Galaad. Son blancos tus dientes, como ovejas recién bañadas listas para la trasquila. Son rojos tus labios cual cinta escarlata, y melodiosas tus palabras. Tus mejillas, tras el velo, son rojas como manzanas. Tu cuello me recuerda a la torre de David, hecha de piedras labradas y adornada con mil escudos de valientes guerreros.





