Nahúm 1:5-7
Nahúm 1:5-7 TLA
En presencia de nuestro Dios tiemblan la tierra y sus habitantes, y los cerros y las montañas se sacuden. Cuando nuestro Dios se enoja, las piedras se hacen polvo, como si las partiera un rayo; cuando nuestro Dios se enoja, nadie puede mantenerse firme. Nuestro Dios es bondadoso y cuida de los que en él confían. En momentos de angustia, él nos brinda protección.





