El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos. Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
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3 Dias
¿A quién oran los cristianos? ¿Oramos a la Trinidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo? ¿Existe una forma en que debemos estructurar nuestras oraciones? Este plan devocional de 3 días sobre la oración en la vida de los creyentes analiza las respuestas a estas preguntas y da consejos prácticos para orar y crecer en la oración.
Quemado pero no olvidado es para toda persona que no hizo todo perfecto en su vida, pero cree que aún así Dios puede restaurar su propósito y futuro.
"Hijo amado" es un recorrido de tres días que responde a las siguientes preguntas: 1. ¿Qué es nuevo nacimiento? 2. ¿Cuál es mi identidad en Dios? 3. ¿Pertenezco a la familia de Dios? Cuando decides vivir para Jesús y morir al pecado te conviertes en un hijo de Dios que pertenece a Su familia.
En este Plan de tres días, te encontrarás con tres pilares fundamentales para entender cuál es tu origen e identidad, ver la profundidad del propósito de Dios en tu vida y poner en práctica los recursos divinos con las motivaciones correctas. Te invito a comenzar con un RESET.
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