SALMOS 8:2

¿Cuántas veces nos detenemos y nos tomamos el tiempo para apreciar el mundo que nos rodea y está por encima de nosotros? Dios cubrió los cielos con Su majestad; toda la creación nos habla de Su poder. Pero también nos creó con un propósito: tener una relación personal con Él. A través de este devocional, nos desenfocaremos de nosotros mismos para mirar hacia arriba con asombro para rendirnos y adorar.

Ánimo para madres, de una mamá que crió a sus 7 hijos y vivió para contarlo. Esta es la parte 7 en esta serie de 12 devocionales por Robin Meadows. ¡Gracias a Jessica Domínguez por esta traducción!

La adoración a nuestro Dios es el resultado de un corazón agradecido y un alma absorta en su grandeza. Mientras el mundo adora todo aquello que ocupa un lugar de prioridad en su agenda, los cristianos adoramos al que vive por los siglos de los siglos. No obstante, hay momentos en los cuales el alma se silencia y se hace necesario que le hagamos un llamado a la adoración.

El ayuno y oración es un tiempo que podemos dedicar a reflexionar sobre nuestros pecados, orar, pedir la ayuda de Dios, y reconocer cuánto dependemos de Él. Cuando dedicamos tiempo para poner a Dios en primer lugar, aumentamos nuestra fe en que Él tiene el control y afirmamos que no podemos vivir sin Él. Acompáñanos esta semana, dónde sacaremos tiempo para acércanos más al Señor.