2 Samuel 22:31

La palabra de Dios es nuestra fuente de confianza. El blindaje más poderoso para nuestras vida es la presencia de Dios rodeando nuestras vidas y nuestras familias. En este devocional meditaremos sobre cómo poner nuestra confianza en Dios en medio de un tiempo de incertidumbre.

Debemos tener presente que aunque la vida se base en el factor confianza, no podemos confiar en la confianza. Nos decepcionaremos y tal vez saldremos heridos. Hemos aprendido a no confiar en la publicidad, pues los anunciantes que tienen intereses creados, nos mentirían con tal de que comprásemos sus productos. ¿Cómo confiaremos en Dios?

El libro de 2 Samuel, continuación de 1 Samuel, es el registro del reinado del rey David. Este puede ser dividido en dos secciones principales: Los triunfos de David y los problemas de David. La última parte del libro es un apéndice no cronológico que contiene detalles posteriores del reinado de David. Recorramos este libro en tan solo 10 versículos.

David fue un hombre con virtudes y defectos. El dulce cantor de Israel, conforme al corazón de Dios, quien guío y apacentó a Su pueblo, pero también fue un adúltero y homicida. Se arrepintió, Dios lo perdonó y restauró, no obstante sufrió las consecuencias de su pecado. Así como David, nosotros somos seres humanos, falibles y frágiles, y Dios también nos quiere y nos puede usar para Sus propósitos.