Y ella respondió: «Espero que veas con buenos ojos a esta sierva tuya.» Y Ana se fue de allí, y comió, y dejó de estar triste. Por la mañana, adoraron delante del Señor y regresaron todos a su casa en Ramá. Allí, Elcana tuvo relaciones con Ana, y el Señor se acordó de lo que ella le había pedido. Ana quedó embarazada y, cuando se cumplió el tiempo, dio a luz un hijo, al que le puso por nombre Samuel, pues dijo: «Yo se lo pedí al Señor.» Al año siguiente, Elcana fue con toda su familia a ofrecer su sacrificio al Señor y cumplir con su voto. Pero Ana le dijo a su marido: «Yo no iré hasta que destete al niño. Entonces lo llevaré y lo presentaré al Señor, para que se quede allá para siempre.» Y Elcana le respondió: «Haz lo que creas que es mejor. Quédate hasta que lo destetes, y que el Señor cumpla su palabra.» Y Ana se quedó y crio a su hijo hasta que lo destetó. Después, lo llevó con ella a la casa del Señor en Silo, y además llevó tres becerros, veinte litros de harina y una vasija de vino. El niño aún era muy pequeño. En cuanto mataron el becerro, el niño fue llevado a Elí. Y ella le dijo: «Señor mío, ¡que tengas una larga vida! Yo soy aquella mujer que estuvo aquí, junto a ti, orando al Señor. Oraba por este niño, y el Señor me lo concedió. He venido porque prometí dedicarlo al Señor para toda la vida. ¡Para siempre será del Señor!» Y allí adoró al Señor.
Leer 1 Samuel 1
Compartir
Comparar todas las versiones: 1 Samuel 1:18-28
3 dias
No podemos detener nuestra siembra porque el tiempo aparenta ser malo, si ni siquiera podemos entender el rumbo del viento. Ve tras aquello para lo cual Dios te ha diseñado.
3 Dias
Cuando las mujeres oran muchas cosas pueden cambiar. Descubre a través de algunos ejemplos de las mujeres de la Biblia cómo su valentía, persistencia y fe las llevó a tocar la voluntad de Dios a su favor.
Estas a punto de leer una lección, un acto de fe y una serie de acontecimientos, sostenidos por la gracia de Dios. ¡Vive la palabra, disfruta la palabra! Y recuerda la visión del creador por mucho, es más amplia que la nuestra. Deja que él escriba tú historia.
Cuando Ana estaba en el templo orando se sintió abrumada al no recibir respuesta, pero en el momento que Ana oró y dejo de derramar lagrimas de amargura, Dios empezo a actuar. En este devocional encontraremos una respuesta para desarrollar una vida de oración.
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos