Maltratado y humillado, ni siquiera abrió su boca, como cordero fue llevado al matadero, como oveja que enmudece ante su trasquilador, ni siquiera abrió su boca. Después de aprehenderlo y juzgarlo, le dieron muerte; nadie se preocupó de su descendencia. Fue arrancado de la tierra de los vivientes y golpeado por la rebelión de mi pueblo. Se le asignó un sepulcro con los malvados y con los ricos fue su muerte, aunque no cometió violencia alguna ni hubo engaño en su boca. Pero el SEÑOR quiso quebrantarlo y hacerlo sufrir, y, como él ofreció su vida para obtener el perdón de pecados, verá su descendencia, prolongará sus días y llevará a cabo la voluntad del SEÑOR. Después de su sufrimiento, verá la luz y quedará satisfecho. Por su conocimiento mi siervo justo justificará a muchos y cargará con las iniquidades de ellos. Por lo tanto, le daré un puesto entre los grandes y repartirá el botín con los fuertes, porque derramó su vida hasta la muerte y fue contado entre los transgresores. Cargó con el pecado de muchos e intercedió por los transgresores.
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3 Dias
Cuando Dios determinó enviar a su Hijo Jesús, para que muriera en un madero por causa de la salvación que por amor de su Nombre quiso entregarnos, lo hizo porque fue su plan, su beneplácito y no porque lo mereciéramos, de ninguna manera. El verdadero testimonio de la salvación cobra valor, en que aún siendo pecadores, Jesús dio su vida por nosotros y nos dio vida nueva por su resurrección.
Este Plan tiene como objetivo ayudarte conocer tu identidad en Cristo Jesús. ¿Por qué el Señor nos compara con ovejas? En estos tres días el Espíritu Santo nos guiará y nos enseñará a ser mansos y humildes de corazón.
Esta primera parte de la serie, «La singularidad de Cristo», nos muestra la petición única de Jesús y cómo esta está relacionada con el cuerpo de Cristo. Este plan, profundo y a la vez oportuno, nos ayuda a comprender por qué tuvo que romperse el cuerpo físico de Jesucristo, el nuevo cuerpo que Él dio a luz con Su muerte y la importancia de Su sangre como signo de un nuevo pacto para nosotros.
El sacrificio de Jesús en la Cruz y Su posterior resurrección son los pilares fundamentales del cristianismo. Pocos entienden que Dios tuvo que enviar a Su Hijo. De alguna forma, y explicada de forma simple, Dios estaba “obligado” a enviarlo. En estos tres días vas a entender la inmensa deuda que teníamos con el Padre y que la única forma que teníamos de saldarla era a través de Su Hijo.
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