2 Samuel 20:15-26
2 Samuel 20:15-26 NVI
Las tropas de Joab llegaron a la ciudad de Abel Betmacá y la sitiaron. Construyeron una rampa contra la fortificación para atacar la ciudad y, cuando los soldados comenzaban a derribar la muralla, una astuta mujer de la ciudad gritó: —¡Escúchenme! ¡Escúchenme! Díganle a Joab que venga acá para que yo pueda hablar con él. Joab se le acercó. —¿Es usted Joab? —preguntó la mujer. —Así es. Entonces la mujer dijo: —Ponga atención a las palabras de su sierva. —Te escucho —respondió Joab. Ella continuó: —Antiguamente, cuando había alguna discusión, la gente resolvía el asunto con este dicho: “Vayan y pregunten en Abel”. Nuestra ciudad es la más pacífica y fiel del país, y muy importante en Israel; usted, sin embargo, intenta arrasarla. ¿Por qué quiere destruir la heredad del SEÑOR? —¡Que Dios me libre! —respondió Joab—. ¡Que Dios me libre de arrasarla y destruirla! Yo no he venido a eso, sino a capturar a un hombre llamado Sabá, hijo de Bicrí. Es de la región montañosa de Efraín y se ha sublevado contra el rey David. Si me entregan a ese hombre, me retiro de la ciudad. —Muy bien —respondió la mujer—. Desde la muralla arrojaremos su cabeza. Y fue tal la sabiduría con que la mujer habló con todo el pueblo, que le cortaron la cabeza a Sabá, hijo de Bicrí, y se la arrojaron a Joab. Entonces Joab hizo tocar la trompeta y todos los soldados se retiraron de la ciudad y regresaron a sus casas. Joab, por su parte, volvió a Jerusalén para ver al rey. Joab era general de todo el ejército de Israel; Benaías, hijo de Joyadá, estaba al mando de los quereteos y los peleteos; Adonirán supervisaba el trabajo forzado; Josafat, hijo de Ajilud, era el secretario; Seva era el cronista; Sadoc y Abiatar eran los sacerdotes; Ira el yairita era sacerdote personal de David.


