¿Quién ha creído nuestro mensaje? ¿A quién ha revelado el SEÑOR su brazo poderoso? Mi siervo creció en la presencia del SEÑOR como un tierno brote verde, como raíz en tierra seca. No había nada hermoso ni majestuoso en su aspecto, nada que nos atrajera hacia él. Fue despreciado y rechazado: hombre de dolores, conocedor del dolor más profundo. Nosotros le dimos la espalda y desviamos la mirada; fue despreciado, y no nos importó. Sin embargo, fueron nuestras debilidades las que él cargó; fueron nuestros dolores los que lo agobiaron. Y pensamos que sus dificultades eran un castigo de Dios, ¡un castigo por sus propios pecados! Pero él fue traspasado por nuestras rebeliones y aplastado por nuestros pecados. Fue golpeado para que nosotros estuviéramos en paz; fue azotado para que pudiéramos ser sanados. Todos nosotros nos hemos extraviado como ovejas; hemos dejado los caminos de Dios para seguir los nuestros. Sin embargo, el SEÑOR puso sobre él los pecados de todos nosotros. Fue oprimido y tratado con crueldad; sin embargo, no dijo ni una sola palabra. Como cordero fue llevado al matadero. Y como oveja en silencio ante sus trasquiladores, no abrió su boca. Al ser condenado injustamente, se lo llevaron. A nadie le importó que muriera sin descendientes ni que le quitaran la vida a mitad de camino. Pero lo hirieron de muerte por la rebelión de mi pueblo. Él no había hecho nada malo, y jamás había engañado a nadie. Pero fue enterrado como un criminal; fue puesto en la tumba de un hombre rico.
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3 Dias
Cuando Dios determinó enviar a su Hijo Jesús, para que muriera en un madero por causa de la salvación que por amor de su Nombre quiso entregarnos, lo hizo porque fue su plan, su beneplácito y no porque lo mereciéramos, de ninguna manera. El verdadero testimonio de la salvación cobra valor, en que aún siendo pecadores, Jesús dio su vida por nosotros y nos dio vida nueva por su resurrección.
4 Dias
Solo cuando logramos ir a Jesús y saber que Él es el Señor que nos ve, nos comprende, nos ama cómo somos, pero al encontrarnos con Él (como le pasó a Agar, a Job y a Pedro), no nos dejará igual. Y quién, por amor, nos enseñará a tomar Su yugo, y seguir su ejemplo de ser para ser instrumentos de su amor.
Isaías 53 revela al Siervo Sufriente, Cristo, como quien tomó nuestro lugar, llevó nuestras culpas y fue traspasado y molido por nuestros pecados. Este devocional profundiza en su dolor redentor, su rechazo injusto, su entrega voluntaria y su identidad gloriosa. Isaías 53 no lleva a contemplar con reverencia su sacrificio, y a responder con fe, gratitud, transformación y compromiso. Jesús fue herido por amor. Este amor nos llama y nos transforma.
5 Dias
Dios siempre está hablando; debemos aprender a prestar atención a su voz. Este devocional tiene el propósito de facultarte para escuchar lo que Él te está diciendo. A medida que sintonices tu oído con la voz del Padre y obedezcas Su Palabra, ¡comenzarás a escuchar «Una palabra a su tiempo» para tu vida en todo momento!
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