El sistema antiguo bajo la ley de Moisés era solo una sombra —un tenue anticipo de las cosas buenas por venir— no las cosas buenas en sí mismas. Bajo aquel sistema se repetían los sacrificios una y otra vez, año tras año, pero nunca pudieron limpiar por completo a quienes venían a adorar. Si los sacrificios hubieran podido limpiar por completo, entonces habrían dejado de ofrecerlos, porque los adoradores se habrían purificado una sola vez y para siempre, y habrían desaparecido los sentimientos de culpa. Pero en realidad, esos sacrificios les recordaban sus pecados año tras año. Pues no es posible que la sangre de los toros y las cabras quite los pecados. Por eso, cuando Cristo vino al mundo, le dijo a Dios: «No quisiste sacrificios de animales ni ofrendas por el pecado. Pero me has dado un cuerpo para ofrecer. No te agradaron las ofrendas quemadas ni otras ofrendas por el pecado. Luego dije: “Aquí estoy, oh Dios; he venido a hacer tu voluntad como está escrito acerca de mí en las Escrituras”». Primero, Cristo dijo: «No quisiste sacrificios de animales, ni ofrendas por el pecado, ni ofrendas quemadas ni otras ofrendas por el pecado; tampoco te agradaron todas esas ofrendas» (aun cuando la ley de Moisés las exige). Luego dijo: «Aquí estoy, he venido a hacer tu voluntad». Él anula el primer pacto para que el segundo entre en vigencia. Pues la voluntad de Dios fue que el sacrificio del cuerpo de Jesucristo nos hiciera santos, una vez y para siempre. Bajo el antiguo pacto, el sacerdote oficia de pie delante del altar día tras día, ofreciendo los mismos sacrificios una y otra vez, los cuales nunca pueden quitar los pecados; pero nuestro Sumo Sacerdote se ofreció a sí mismo a Dios como un solo sacrificio por los pecados, válido para siempre. Luego se sentó en el lugar de honor, a la derecha de Dios. Allí espera hasta que sus enemigos sean humillados y puestos por debajo de sus pies. Pues mediante esa única ofrenda, él perfeccionó para siempre a los que está haciendo santos. Y el Espíritu Santo también da testimonio de que es verdad, pues dice: «Este es el nuevo pacto que haré con mi pueblo en aquel día, dice el SEÑOR: Pondré mis leyes en su corazón y las escribiré en su mente». Después dice: «Nunca más me acordaré de sus pecados y sus transgresiones». Y cuando los pecados han sido perdonados, ya no hace falta ofrecer más sacrificios.
Leer Hebreos 10
Escuchar a Hebreos 10
Compartir
Comparar todas las versiones: Hebreos 10:1-18
5 Days
Walking with God is not easy. When we choose to follow God with our whole heart, things get harder. What keeps us on this path? Why do we choose to journey with Him? Because JESUS IS GREATER! In this plan, Six of Nine, in our journey through Hebrews, we see how our life with Jesus can and will get challenging. Holding on may not always be easy, but it will be worth it.
Dias
Hablar de la gracia de Dios es como emprender un viaje hacia la montaña más alta, es adentramos en un tema que no solamente es muy extenso, sino fascinante. Podremos tomar muchas rutas, pero hay solo una cima, su nombre es Jesucristo.
30 Dias
Diario Pan del mes de septiembre. El Diario Pan es el plan de lectura bíblico que recomendamos en Comunidad Olivo. Este plan de lectura diario tiene como meta leer todo el Nuevo Testamento, Salmos y Proverbios en un año.
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos