Información del plan
Alabanza bíblica 101Muestra
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¿QUÉ ADORAMOS?
En Hebreos 13:15-17 vemos 6 aspectos importantes de la adoración:
- Alabanza: Decir cosas buenas en cualquiera de sus formas.
- Proclamación: Labios que confiesan su nombre.
- Servicio: Buenas obras que demuestren la verdad del evangelio al mundo y a nuestra iglesia.
- Participación: Compartir con otros lo que tenemos y sabemos.
- Sacrificio: De tiempo, talento, dinero, etc.
- Sumisión: Respeto a las autoridades, con lo cual crecemos en sabiduría y santidad.
A la luz de estos aspectos, vamos a examinar nuestras vidas para definir si lo que estamos haciendo es adoración:
- ¿Qué o quién es lo que más alabas, con mayor pasión y frecuencia?
- ¿Cómo de habitual es para ti confesar claramente a Jesús al hablar, escribir o cantar?
- ¿Sirves a otros con alegría o eres alguien que prefiere ser servido? ¿Sirves aun cuando nadie lo ve o cuando no estás motivado?
- ¿Participas activamente en la vida de tu iglesia y tu comunidad? ¿Ofreces tu talento, tiempo y dinero para compartir el amor de Dios en formas tangibles con los demás?
- ¿Para quién o para qué haces sacrificios de tiempo, salud, emociones, dinero y energía?
- ¿Te sometes a la autoridad o tiendes a ignorarla o rebelarte contra tus autoridades (padres, maestros, pastores, jefes)?
Estos actos de adoración hablan acerca de qué o a quién has elegido como dios (o Dios) en tu vida.
Después de responder estas preguntas te das cuenta de qué o quién es lo principal en tu vida, y por consiguiente, qué estás adorando.
Tristemente, cuando entendemos los efectos del pecado en nuestra vida, vemos que adoramos a otras cosas que no son Dios. Adoramos a dioses, a cosas indignas, impuras, a nosotros mismos, al trabajo, al dinero, a nuestra imagen, lo que sea. La adoración no es un aspecto de nuestras vidas sino la esencia de nuestro ser.
La Biblia sí da por entendido que nosotros debemos adorar a Dios. Adorar no es una habilidad o algo que se adquiere o se aprende. El ser humano está siempre rindiéndose a algo o alguien, y nosotros debemos estar rindiéndonos a Dios, a Jesús. Que sea Él lo que ocupe nuestro tiempo, nuestra mente y nuestro corazón.
Ahora es tu oportunidad de cambiar la dirección de tu vida y de verdad adorar a Dios con todo tu ser. Propón en tu corazón ajustar horarios, prioridades y tiempo para que tu vida sea una constante adoración a Dios.
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Escritura
Acerca de este Plan
Si eres líder de alabanza, participas en el grupo de adoración de tu iglesia o tienes pensado colaborar en el equipo de música, no te pierdas este plan de lectura de Gherman Sánchez, responsable de la alabanza en espa...
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