Mamás inquebrantablesMuestra

"Fundamento Seguro"



La inseguridad es probablemente el peor sentimiento del mundo. Te roba la confianza, el descanso y la libertad. El solo hecho de hablar de esta palabra inunda mi mente con muchos recuerdos. Cuando era una niña pequeña, con miedo a la oscuridad, y miraba por encima de las sábanas para ver si realmente había un monstruo en mi habitación. Como la niña nueva de la escuela, sin conocer a nadie, preguntándome si alguna vez encontraría un amigo. Haciendo una audición para un musical, nerviosa y con miedo de olvidarme la letra de la canción. Escogiendo ropa para una cita, con la esperanza de impresionarle y mantener su interés. El día que compramos nuestra primera casa, preguntándonos si éramos lo bastante adultos para manejar esa responsabilidad. La forma en que me sentía el día que trajimos a casa a nuestro primer bebé, y la abrumadora realidad de que éramos responsables de su vida. Cada uno de esos momentos me hizo sentir insegura, y creó un profundo deseo de algo sólido sobre el que apoyarme y que me mantuviera firme sin importar lo que pasase.



Muy a menudo, me apoyo en mis circunstancias. Es fácil de hacer, porque de manera natural hacemos acuerdos con lo que podemos tocar y ver. Por ejemplo: si nuestro hijo tiene problemas de conducta en la escuela, sería fácil etiquetarlo como un niño problemático, o a ti misma como una mala madre. Si un sueño se derrumba, sería natural sentirte perdida y perder de vista tu identidad. Pero no estamos llamados a vivir según la naturaleza humana. Estamos llamados a caminar por el Espíritu, y para hacer eso tenemos que mantenernos sobre un fundamento seguro. Uno que ha sido probado y aprobado. Uno que sabemos que nunca será sacudido por el temblor y los cambios de la vida. Si nos apoyamos en lo que podemos ver con los ojos, cambiaremos constantemente con un mundo en constante cambio. Esa no es una vida anclada en Jesús. De hecho, la Biblia llama a eso infantil. Estamos llamados a crecer en Cristo en todas las cosas. Él es la seguridad sobre la que estamos llamadas a construir nuestras vidas.



¿Sobre qué estás en pie hoy? ¿Sobre qué estás construyendo tu vida? Cuando el mundo tiene miedo de la oscuridad, y se esconde bajo las sábanas, tú puedes ser inquebrantable; brillando como un faro en la noche. Puedes caminar a través de días inciertos porque Él es tu fundamento seguro.