Un Llamado a Ser Pacificadores: Más Allá De La Paz SuperficialSample

LA LLAMADA A LA RECONCILIACIÓN: DE EVITAR A RESOLVER

El contexto social con el que interactuamos a diario nos exige una reflexión profunda y un compromiso activo y serio. En medio de un mundo fragmentado, estamos llamados a ser agentes de reconciliación; es decir, a ser pacificadores.

Esta no es solo una sugerencia moral, sino una bienaventuranza directa de Jesús:

La promesa es poderosa y clara: la recompensa del pacificador es una conexión intrínseca con el Padre, que se manifiesta en paz y justicia aquí en la Tierra.

Nuestra tendencia natural, la de la "vieja naturaleza", es responder al mal con el mal, odiar a nuestros enemigos o, al menos, evitarlos a toda costa.

Sin embargo, Cristo nos llama a un estándar radicalmente más elevado que va más allá del simple "mantener la paz". Nos desafía a ser pacificadores.

Aquí reside la diferencia fundamental:

• El que mantiene la paz evita el conflicto, lo ignora y pretende que no existe. Su objetivo es la comodidad personal y la ausencia de tensión.
• El pacificador asume un rol activamente diferente: él entra en el conflicto para resolverlo, interviene para sanar heridas y reconciliar las relaciones. Es un llamado a una intervención activa ante el conflicto.

Conclusión:

Ser pacificador es, en esencia, practicar el amor a los enemigos que Jesús ordenó y vivir bajo el principio de "paz con todos", trabajando activamente para restaurar lo que está roto.