Devocional Agosto "Lámpara a Mis Pies"Sample

“En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás. Entonces él volvió su rostro a la pared, y oró a Jehová y dijo: Te ruego, oh Jehová, te ruego que hagas memoria de que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho las cosas que te agradan. Y lloró Ezequías con gran lloro” (2 Reyes 20:1-3 RVR1960).

Existe la voluntad perfecta de Dios y la voluntad permisible. Cuando me rindo a la voluntad perfecta de Dios, confío plenamente en sus tiempos, en sus propósitos, en lo que él ya ha establecido para mi vida porque Él sabe lo mejor.

La voluntad permisible es cuando quiero torcer un poco a Dios, no quiero aceptar su perfecta voluntad para mi vida y escojo orar y orar hasta que Dios respete también la voluntad del hombre. También hay bendición, pero no de la misma manera a la voluntad perfecta de Dios.

Este texto de Ezequías nos deja grandes enseñanzas sobre la voluntad perfecta y la voluntad permisible de Dios. La voluntad perfecta de Dios era que Ezequías ordenara su casa antes de partir con Dios. Mas él insistió, oro, rogó, y lloró. ¿Cuál fue el resultado? La voluntad permisible de Dios, el Señor le otorgó 15 años más de vida, ¿y que sucedió en esos 15 años?

Primero le nació Manasés, que fue conocido como el peor rey de Judá, porque introdujo la idolatría extrema, trajo costumbres paganas como pasar su hijo por el fuego, y derramó mucha sangre inocente.

Lo segundo que sucedió en esos 15 años fue que Ezequías le mostró todo su tesoro a los mensajeros de Babilonia, fue un acto de orgullo y falta de discernimiento de parte del Rey de Israel. El mismo profeta Isaías reprendió al rey por haber mostrado todo y la historia nos muestra cuál fue el fin de la nación de Israel cuando fue capturada por Babilonia.

La voluntad Perfecta de Dios es la buena, agradable y perfecta en todo sentido, no busquemos nuestra voluntad, aceptemos su voluntad para nuestras vidas.