Devocional Mayo "Lámpara a mis pies"Sample

“Tampoco Efraín arrojó al cananeo que habitaba en Gezer, sino que habitó el cananeo en medio de ellos en Gezer” - Jueces 1:29.

El plan de Dios siempre fue darle al pueblo de Israel por herencia toda la tierra de Canaán, tanto que cuando Judá (que fue el primero a levantarse a conquistar) le pregunta al Señor si debe ir, la respuesta fue: “He aquí que yo he entregado la tierra en tus manos…” El Señor estaba con el pueblo de Israel para conquistar toda la tierra pero era necesario ser radical y erradicar todos los pueblos que estaban antes.

El Señor fue muy claro con el pueblo de Israel y les dice en Deuteronomio 7:3 “y Jehová tu Dios las haya entregado delante de ti, y las hayas derrotado, las destruirás del todo; no harás con ellas alianza, ni tendrás de ellas misericordia".

Porque era necesario ser radical, el Señor continúa diciendo: “Y no emparentarás con ellas; no darás tu hija a su hijo, ni tomarás a su hija para tu hijo. Porque desviará a tu hijo de en pos de mí, y servirán a dioses ajenos; y el furor de Jehová se encenderá sobre vosotros, y te destruirá pronto.”

Cuando finalmente llegó el tiempo de conquista vemos como más de una tribu no fue radical y no arrojó a los pueblos que estaban previamente, y tal como se los había advertido el Señor, esto terminó costándoles su propia herencia.

Hay muchos que quieren servir al Señor y recibir la herencia que él ha preparado pero no quieren arrojar esas costumbres, hábitos, trampas o puede ser amistades incorrectas, esas relaciones que ya estaban antes ya ocupaban un lugar. Ahora Cristo llega a mi vida, pero el Señor no comparte lugar, el Señor requiere entrega total.

Muchas veces esa entrega se ve reflejada en decisiones radicales, en arrojar de tu vida lo que te estaba llevando a la destrucción. Las tribus que no fueron radicales en arrojar a los pueblos que no temían a Dios, terminaron perdiendo la herencia que el Señor ya les había entregado.

Se radical en tus decisiones, nuestra entrega nunca superará la entrega que Él hizo en la cruz por nosotros, ¡Él dio hasta la última gota de su sangre por nosotros!